No caben dudas de que, desde hace varios años, América del Sur dejó de ser únicamente el patio trasero de Estados Unidos, ya que ahora debe compartirlo con China.
Poco a poco, el Gigante Asiático ha ganado protagonismo y, actualmente, ya superó a Estados Unidos como el mayor socio comercial de América del Sur.
Pero ahora, Pekín quiere ir por más: en Chancay, Perú, está desarrollando su nuevo megapuerto para impulsar aún más sus lazos comerciales con la región.
El puerto de aguas profundas, valorado en US$ 3.500 millones, comenzará a operar a finales de este año y le proporcionará a China una puerta de entrada directa a la región.
El puerto, propiedad mayoritaria de la empresa estatal china Cosco Shipping, será el primero controlado por China en Sudamérica: podrá albergar los buques de carga más grandes, que pueden dirigirse directamente a Asia, reduciendo el tiempo de viaje en dos semanas para algunos exportadores.
En este sentido, tanto desde Pekín como desde Lima esperan que Chancay se convierta en un centro regional, tanto para las exportaciones peruanas de cobre como para las de soja brasileña, que actualmente viajan a través del Canal de Panamá o bordean el Atlántico antes de dirigirse a China.
"El megapuerto de Chancay pretende convertir al Perú en un centro comercial y portuario estratégico entre América del Sur y Asia", dijo el ministro de Comercio de Perú, Juan Mathews Salazar.
El puerto, que se comenzó a construir en 2018, tendrá su primera fase terminada en noviembre de 2024.
En este sentido, se espera que el presidente chino, Xi Jinping, visite Perú durante ese mes para participar de una cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) e incluso podría inaugurar el puerto.
El comercio de Perú con China se duplicó en la última década hasta los US$ 33.000 millones en 2022.
