Aunque todo el mundo lo daba por hecho, el anuncio de Lula da Silva del pasado martes, en el que confirmó que será candidato a presidente en las elecciones de octubre, sacudió a la política brasileña.
Hace dos días, el líder de PT anunció, a través de su cuenta de Twitter, “tendré el lanzamiento de mi precandidatura el 7 de mayo y luego quiero recorrer Brasil”.
Así, tras varias idas y vueltas, se confirmó el tan esperado “Bolsonaro versus Lula”, en el que el último parte como favorito, aunque su ventaja es mucho menor de lo esperada.
Ayer, tras conocer la noticia, Bolsonaro arremetió directamente contra el exmandatario: "Entre nosotros sabemos quién es el enemigo de la nación. El enemigo de la nación brasileña no se viste de verde y amarillo, se viste de rojo y tiene una bandera con la hoz y el martillo".
Además, teniendo en cuenta que hace poco Lula defendió el aborto, Bolsonaro recordó que "Brasil es un país cristiano, que está en contra del aborto, de la ideología de género, defendiendo la familia y la propiedad privada”.
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Actualmente, la mayoría de los sondeos le dan una intención de voto a Lula del 40%, seguido por el líder de ultraderecha con el 35%. Sin embargo, es Bolsonaro quien se encontraría mejor posicionado, ya que llegó a estar a una distancia de 20 puntos.
Por otra parte, como era de esperar, la confirmación de que Lula será candidato abrió hipotéticos debates sobre quiénes serán sus ministros si es electo el 2 de octubre.
El exministro de Finanza de Lula, Guido Mantega, dijo que el líder del PT quiere reclutar a un exgobernador u político experimentado para dirigir la política económica de Brasil.
El gobernador de Bahía, Rui Costa; el exgobernador de Piauí, Wellington Dias; el exgobernador de Ceará, Camilo Santana y el gobernador de Pernambuco, Paulo Câmara, serían algunos de los apuntados.
Esta no constituye la primera vez que Lula recurre a un político para la tarea: Antonio Palocci, médico y exalcalde del interior de San Pablo, fue su ministro de Finanzas durante su primer mandato.
