Tras el contundente triunfo de Donald Trump en las primarias republicanas de New Hampshire, ya todos dan por sentado que el magnate se enfrentará al presidente Joe Biden en las elecciones del 5 de noviembre.
El martes, Trump le sacó 11 puntos de ventaja a Nikki Haley, la única candidata con "chances reales" de arrebatarle la candidatura del partido republicano después del retiro de la carrera presidencial de Ron DeSantis, gobernador de Florida.
Pero, pese a la derrota, Haley dijo que continuará compitiendo y que ya apunta todos sus cañones a Carolina del Sur, estado del que es oriunda y en donde se celebrarán las terceras internas del partido.
Haley, que fue gobernadora de Carolina del Sur entre 2011 y 2017, espera aprovechar esto como una ventaja de cara a las primarias que se celebrarán el 24 de febrero. Sin embargo, también es consciente de que una derrota de "local" podría sacarla definitivamente de la carrera presidencial.
Además de contar con una importante historia en Carolina de Sur, Haley también podría verse beneficiada porque las reglas electorales allí no les exigen a los votantes ser republicanos registrados para votar en las primarias.
Por su parte, Trump llegará más que envalentonado a la cita luego de convertirse en el primer republicano que ganó consecutivamente tanto en Iowa como en New Hampshire desde 1976, cuando los dos estados consolidaron su estatus como las primeras contiendas por la nominación republicana.
El que también se impuso el martes en las primarias demócratas fue Joe Biden, quien ni siquiera figuraba en las papeletas.
El problema fue que el Partido Demócrata cambió el orden tradicional de las primarias: en vez de comenzar en Iowa y New Hampshire como los republicanos, se eligió a Carolina del Sur como la cita inaugural porque "refleja mucho mejor la diversidad racial del electorado demócrata".
Sin embargo, los demócratas de New Hampshire decidieron celebrar sus internas igual, aunque estas no fuesen vinculantes.
Así, aunque el propio Biden decidió no figurar en las boletas, el mandatario obtuvo el triunfo ya que la legislación electoral les permite a los votantes escribir el nombre de su candidato (write-in).
De todas formas, consciente de que es casi imposible perder la candidatura demócrata, Biden parece más preocupado por el contundente avance de Trump.
Precisamente lo dejó en claro la directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez: "Los resultados de esta noche confirman que Trump se ha asegurado la nominación del Partido Republicano y que el movimiento MAGA que niega resultados electorales y van contra la libertad ha completado su toma del Partido Republicano".
"Donald Trump va directo a un enfrentamiento en la elección general en el que se encontrará a la única persona que le ha ganado en las urnas: Joe Biden", agregó.
En el caso de que un nuevo "Biden versus Trump" se confirme, esta sería la séptima revancha presidencial estadounidense en la historia, y la primera consecutiva desde que el presidente republicano Dwight Eisenhower se enfrentó al demócrata Adlai Stevenson en 1956.
