En una reciente nota de Bloomberg se destaca que Belgrado, la capital de Serbia, está recibiendo una gran cantidad de inmigrantes rusos desde que se produjo la invasión a Ucrania y que se intensificó cuando el presidente Vladimir Putin anunció que podría llegar a movilizar a toda la población.
Se estima que alrededor de 100.000 rusos llegaron a Serbia de los cuales 17.000 ya obtuvieron la residencia permanente. Según Bloomberg, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, sostuvo que Belgrado se parece ahora a Casablanca, en referencia a la película filmada en 1942, que mostraba a una ciudad llena de refugiados en plena Segunda Guerra Mundial.
Claro que Humphrey Bogart nunca pisó Casablanca porque la película se filmó íntegramente en los estudios de la Warner en Hollywood. Un punto de referencia ineludible para los rusos en Belgrado es el Hotel Moskva, cuyo estilo y decoración constituyen un viaje en el tiempo. Los rusos se sienten cómodos en Belgrado, pero la posición del gobierno de Serbia no es sencilla.
- Los países de la Unión Europea le reclaman que se sume a las sanciones contra Rusia, a lo que Serbia se niega, aunque haya condenado la invasión a Ucrania por violar los límites internacionalmente reconocidos de un país.
Sancionar a Rusia sería muy cuestionado por la mayoría del pueblo serbio porque aún están vivos los recuerdos de los bombardeos de la OTAN en Belgrado en donde aún se pueden observar algunos edificios virtualmente destruidos por los ataques.
Rusia fue uno de los países que condenó esas acciones de la OTAN y que apoyó a Serbia, por lo que el gobierno tiene poco margen social para sumarse en este momento a las condenas.
