Sorpresivamente, en el ultimo día hábil con los Alberto Fernández al mando, el BCRA hizo saltar el dólar minorista hasta $390 y en medio de una generalizada huida del peso, saltaron los dólares libres hasta rozar los $1.000, al tiempo que los bonos volvieron a subir un escalón hasta su mejor nivel en casi tres años, con el riesgo país debajo de los 1.900 puntos, y con la Bolsa de Buenos Aires en otro buen día, llevando al índice Merval al mayor valor en dólares desde el fatídico tuit con el que Cristina nombró a Alberto Fernández como candidato a Presidente de la Argentina en mayo de 2019.
Todo esto se dio con un gigantesco movimiento de dinero, todo a ciegas, en medio de un salto inflacionario, con fuertes subas en casi todos los productos y con suspensión de entregas de partes de muchas empresas, ya que todo el mundo espera conocer cuáles serán las medidas que anunciará el nuevo Gobierno de Javier Milei y su ministro de Economía Luis Caputo, el domingo o el lunes.
La movida de dinero más grande tuvo que ver con un nuevo desarme de Leliqs de parte de los bancos: vencían estas letras por $1,5 billones y se renovó apenas el 1,5% de esa cifra, casi todo se fue a pases a un día, con el dinero listo para desensillar. Lo mismo pasó con el stock total de plazos fijos, que están en franca reducción, quebrando hacia abajo el total de $ 15 billones, algo que no sucedía desde las PASO del 12 de agosto: muchísimos fondos están a un día, listos para desensillar si lo que anuncia Caputo no gusta. Y muchos ya decidieron irse, y llevaron a los dólares libres nuevamente a $ 1.000.
En línea con eso, en el mundo están todos preparados para conocer los datos oficiales de empleo que se darán a conocer este viernes en EE.UU. Ese número será determinante para intentar adivinar qué resolverá la Fed en su reunión de dos días que hará el miércoles y jueves de la próxima semana. El mercado está convencido de que la suba de la tasa base de Jay Powell ha terminado (algunos especialistas piensan lo contrario) y el dato laboral que se conocerá este viernes puede mover mucho las agujas del mundo de las inversiones.
Por lo pronto, se aceleró la baja de las tasas largas de EE.UU.: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,1% a 5 años, 4,1% a 10 años y 4,2% a 30 años. Y en línea con eso en el exterior el dólar subió 1% en México y no cambió en Brasil, pero bajó 0,1% en China, 0,2% en Chile, 0,3% contra la libra, 0,4% contra el euro y cayó 2,7% en Japón, ya que el Banco de Japón decidió realizar un importante cambio en su política monetaria, para intentar sacar al país asiático de una recesión, que se mantiene desde hace casi tres años.
A nivel local, mientras tanto, mientras los precios internos vuelan por las dudas, muchos ahorristas resolvieron salir del peso e hicieron que el dólar blue pegara un saltó $35 hasta $990, el dólar Senebi saltó $48,98 hasta $1.000, el MEP saltó $47,85 hasta $995,71 y el contado con liquidación saltó$ 62,21 hasta $999,15. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue de 153% y la brecha entre el CCL y el mayorista saltó hasta 160%. Es decir niveles muy elevados, a las puertas de la difusión del Plan Caputo.
El desconocimiento sobre lo que se terminará haciendo con la economía determinó que los contratos de dólar oficial futuro que se firman en el Rofex se elevaran nuevamente. Por lo que con el blue ubicado a $ 995 el blue, y el dólar fin de diciembre a $ 755, podría decirse que si se realiza una devaluación de ese tenor el Gobierno de Milei podría iniciarse con una brecha del 31,8%, pero claro, el salto en el tipo de cambio abriría un efecto desconocido en los precios internos, y eso genera mucho temor en los tenedores de dinero.
Por eso, los que tenían pesos querían estar en lo que fuera menos en efectivo o en colocaciones en el valor de la moneda nacional. De ahí que con buen volumen, los bonos argentinos ganaron otro 0,5% promedio, fueron a máximo en 3 años, y el riesgo país terminó sin cambios en 1.896 puntos básicos.
En papeles privados, como las tasas largas de EE.UU. siguen bajando, la Bolsa de Nueva York volvió a sonreír, con una suba del 0,2% para el Dow, alza del 0,8% para el S&P y salto del 1,4% para el Nasdaq. En tanto que la bolsa de San Pablo mejoró 0,2% y la Bolsa de México subió 0,7%.
Pero lo mejor del ámbito bursátil estuvo en la Argentina. Sin mucho volumen, la bolsa porteña volvió a subir fuerte, con algunas empresas plegando un salto notable, suponiendo las medidas que vienen las beneficiarán, pero las ADR argentinas que cotizan en NY estuvieron mucho más tranquilas. Así, con $21.891 millones operados en acciones y $21.883 millones de Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 5,3%. Y las ADR argentinas en NY mostraron una suba del 1 al 7% para Supervielle, TGS, Central Puerto, Cresud, Pampa E y Mercado Libre, con bajas del 1 al 3% para Telecom, Francés e IRSA.
En el panel de commodities hubo algunos cambios para destacar. El petróleo terminó sin modificaciones, a pesar del viaje de Vladimir Putin al mundo árabe para convencerlos de cerrar más los grifos para que el barril deje de bajar, ya que está debajo de los US$ 70, un precio que puede convertir a Vaca Muerta en un yacimiento financieramente no viable.
A pesar de las tasas norteamericanas más bajas, los metales preciosos estuvieron sin fuerza, los metales básicos estuvieron mixtos y el Bitcoin bajó 1,7%, con chatura en el resto de las criptomonedas, pero con el Ethereum levantando la cabeza. Y donde hubo diferencias para tener en cuenta fue en los granos: en Chicago todas las variantes estuvieron para arriba, pero en Rosario hubo bajas de casi 2% tanto para el trigo y para el maíz, por lo que el precio promedio del puerto santafesino bajó al peor nivel en más de tres años.
