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Perspectivas económicas 2024: desafíos y oportunidades en un panorama global divergente

El 2024 traerá oportunidades para los inversores. Promete ser un año que nos invita a ser cautelosos, pero también audaces.
Mariano Fiorito 19-12-2023
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Como una de las principales casas de inversiones globales, desde Schroders regularmente analizamos y proyectamos las tendencias del contexto global, el cual, en la actualidad, se presenta como un panorama divergente. Se espera que el próximo año sea desafiante pero repleto de oportunidades para los inversores. 

La economía mundial, con un crecimiento estimado del 2,2%, revela un escenario de divergencia marcada entre las principales potencias económicas, determinando así las estrategias políticas y los movimientos en los mercados financieros. 

Estados Unidos, a pesar de condiciones laborales sólidas, enfrenta incertidumbre por el déficit presupuestario y tasas más altas que podrían frenar la actividad económica. Por su parte, Europa y el Reino Unido enfrentan riesgos de recesión entre finales del 2023 y principios del 2024, con políticas monetarias restrictivas sujetas a la divergencia económica. 

Durante el 2023, el mercado latinoamericano tuvo un rendimiento sólido, superando a los mercados emergentes en general. Brasil y México lideraron con aumentos del 24% y 27%, respectivamente, mientras Chile y Colombia tuvieron un desempeño más bajo. Factores como las tasas de interés de EE.UU. impactaron el mercado, causando correcciones y recuperaciones. 

Este contexto tan heterogéneo nos lleva a preguntarnos cómo se presenta el escenario 2024 para los inversores ante este panorama de divergencia económica entre las principales potencias mundiales para maximizar oportunidades y minimizar riesgos.

En el mercado de renta fija, los inversores han experimentado un terreno inestable marcado por una caída sin precedentes, aunque emergen oportunidades atractivas. Los bonos de calidad, a pesar de la alta inflación, presentan rendimientos más altos en comparación con los últimos años, lo que los hace parecer baratos en términos absolutos y relativos a otras clases de activos. 

El escenario económico actual se ve influenciado por tendencias globales como la demografía, la desglobalización y la descarbonización, generando incertidumbre, pero también oportunidades en la inversión. El creciente déficit fiscal, el aumento de la deuda y la posibilidad de impagos generan una divergencia en los mercados, así como también ofrecen oportunidades selectivas en diferentes regiones y sectores. 

Por otro lado, los mercados privados han experimentado cambios significativos debido a factores geopolíticos y económicos. Estos cambios, conocidos como el "Reseteo de las 3D", influenciados por la descarbonización, la demografía, la desglobalización y la revolución de la inteligencia artificial (IA), plantean nuevas oportunidades de inversión a largo plazo en activos privados. 

 
  • La descarbonización crea oportunidades en energías renovables e infraestructura sostenible, mientras que las tendencias demográficas abren el camino hacia inversiones en bienes inmuebles específicos. 
  • La desglobalización, por su parte, impulsa el interés en sectores clave y mercados emergentes, como el private equity en la India. 
  • La inteligencia artificial, por su parte, es una tendencia omnipresente que transforma la operatividad de los negocios y promete un impacto profundo en el futuro. 

Los inversores, en este contexto, deben centrarse en tendencias a largo plazo, diversificar sus carteras y reconsiderar estrategias anteriores para capitalizar las transformaciones en los mercados privados. Además, en el ámbito de la renta variable, se vislumbran limitaciones demográficas, imperativos de descarbonización y desglobalización, generando incertidumbre y volatilidad en los mercados. 

Ante este panorama, se propone a los inversores mirar más allá de los mercados usuales y considerar tanto tendencias estructurales como cíclicas. En mercados emergentes como China e India, a pesar de los desafíos, se vislumbran oportunidades significativas, mientras que la posible desaceleración del dólar estadounidense podría beneficiar a estos mercados. 

En conclusión, a pesar del contexto actual, el 2024 traerá oportunidades para los inversores. Promete ser un año que nos invita a ser cautelosos, pero también audaces, ofreciendo a los inversores la posibilidad de capitalizar cambios significativos en un escenario económico en constante evolución. La clave radica en adaptar estratégicamente las inversiones, considerando tanto aspectos cíclicos como estructurales en los mercados globales y privados.