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Inclusión financiera y desarrollo económico

Uno de los caminos para fortalecer el sistema financiero es avanzar en la inclusión, y lo estamos haciendo.

10 julio de 2019

Por Francisco Sosa del Valle Subsecretario de Servicios Financieros

Tener un sistema financiero desarrollado es fundamental para lograr un crecimiento sostenido y reducir paulatinamente la pobreza. El sistema financiero argentino es pequeño y poco profundo en relación al tamaño de su economía, mucho menor que el de Brasil y mucho más aún que el chileno. Uno de los caminos para fortalecer el sistema es avanzar en la inclusión financiera: esto es, acercar el mundo financiero a más personas y empresas, para lograr fomentar el ahorro y canalizarlo hacia la inversión, la gran fuente de crecimiento futuro. Por eso, en estos más de tres años de gestión hemos avanzado en establecer e implementar una agenda de inclusión financiera para la Argentina.

Obviamente, los desafíos del sistema financiero en 2015 eran mayores. El presidente Mauricio Macri asumió el Gobierno en un contexto de severa represión financiera, control de cambios y con la deuda pública en situación irregular. En estos tres años, se impulsó desde el Poder Ejecutivo y con el apoyo de muchos sectores de la oposición en el Congreso una fuerte agenda de cambio: se normalizó el contexto financiero, y se dieron importantes pasos en materia de inclusión financiera. La inclusión financiera significa que las personas y las empresas puedan acceder a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades y que sean ofrecidos de manera responsable y sostenible en cuatro campos: transacciones, pagos, ahorros, crédito y seguros.

Gracias a las medidas implementadas, hoy tenemos un sistema financiero más moderno, digital, transparente e inclusivo

En lo que respecta al sistema bancario, el BCRA impulsó un abanico de medidas para avanzar en digitalización, desarrollo, acceso y competencia. La agenda de digitalización incluyó la habilitación de apertura remota de cajas de ahorro y de cuentas corrientes y del depósito electrónico de cheques. En materia de desarrollo, la creación de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) es una columna fundacional en el desarrollo del crédito hipotecario. En materia de acceso, el Central flexibilizó los requisitos de apertura y de figuras posibles para sucursales, permitió la instalación de cajeros automáticos interconectados no gratuitos operados por empresas no financieras y aprobó las corresponsalías. Finalmente, la habilitación a personas a constituir plazos fijos por fuera de las entidades en las que tienen cuenta es un paso adelante en materia de competencia.

El sistema de medios de pago experimentó una verdadera revolución que se puso en marcha tras una investigación de mercado de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia sobre el mercado de medios de pago electrónico y tarjetas de crédito en 2016. El caso derivó en la venta de Prisma, la principal empresa procesadora de tarjetas de crédito y débito, lo que abrió el sector a mayor competencia. Además, el BCRA habilitó y reglamentó elementos que facilitan el desarrollo de los medios de pago electrónicos y la interoperabilidad entre billeteras virtuales y cuentas bancarias, incluyendo el botón de pago, el mPOS, las billeteras virtuales, el DEBIN, el QR y la Clave Virtual Uniforme.

El mercado de capitales también tuvo su revolución. La Ley de Financiamiento Productivo de 2018 definió cinco objetivos: impulsar el financiamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas; fomentar el acceso a la vivienda con crédito hipotecario; estimular el ahorro a largo plazo; fortalecer la capacidad reguladora de la Comisión Nacional de Valores; y promover un mercado de capitales federal. El proceso de cambio es claramente visible en la industria de fondos comunes de inversión, en la que la cantidad de cuotapartistas creció de 140.000 a 712.000 entre diciembre de 2015 y marzo de 2019. En otros sectores de reglamentación más reciente, como los fondos comunes cerrados con oferta pública, anticipamos un crecimiento muy significativo.

Un sistema financiero desarrollado es fundamental para lograr un crecimiento sostenido y reducir la pobreza

En seguros, la agenda de la Superintendencia de Seguros de la Nación logró la reapertura del mercado de reaseguro internacional y el regreso a foros internacionales relevantes. En materia de digitalización, logró la disponibilidad de pólizas en forma digital al regulador, la autorización de la comercialización digital y la prueba de cobertura digital. En materia de desarrollo de seguros personales, el cambio más importante fue el reciente incremento en las deducciones de ganancias para individuos vinculadas con sus aportes a seguros y fondos de vida y retiro, cuyo monto no se incrementaba desde 1992; este es un paso clave para fomentar el ahorro privado de largo plazo.

Desde 2010, más de 55 países se comprometieron a implementar la inclusión financiera y más de 30 redactaron o están redactando una estrategia nacional. Mientras redactamos y pusimos a consulta pública nuestra primera estrategia nacional de inclusión financiera, que pronto estará publicada, avanzamos significativamente en la implementación de medidas para mejorar el acceso, el uso y la calidad del sistema.

Gracias a las medidas implementadas, hoy tenemos un sistema financiero más moderno, digital, transparente e inclusivo: según el ranking de competitividad de los sistemas financieros de 140 países que elabora el Foro Económico Mundial, Argentina pasó del puesto 132 en 2015 al 97 en 2018. Obviamente, queda mucho camino por recorrer, pero la estrategia nacional de inclusión financiera será una hoja de ruta que nos permitirá seguir avanzando para fortalecer y profundizar nuestro sistema financiero y lograr que se convierta en un motor de crecimiento sostenido y de reducción de la pobreza en nuestro país.

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