El día 1 de Javier Milei fue un caos para el sistema financiero. Sin anuncios por parte del ministro Luis Caputo y ni siquiera confirmado Santiago Bausili en el BCRA (no apareció su nombramiento en el Boletín Oficial de la mañana del lunes), el Gobierno entrante decidió un insólito feriado cambiario.
Algo que no se había hecho, recientemente, ni siquiera en medio de una corrida contra el dólar (de las que fueron habituales en los últimos años). El movimiento llamó mucho la atención en los bancos, los principales "perjudicados" con la medida que tuvieron que salir a explicar que no había dólares para nadie, afectando no sólo para operatoria comercial con las empresas sino hasta el pago de los saldos de tarjeta de crédito en dólares. "No se entiende para qué hicieron esto si con el cepo que hay podés limitar mucho la operatoria. Además no había una comunicación fluida con los bancos para responder sobre temas operativos. Fue improvisado, esto se podría haber prolijo", dijo el gerente de un banco extranjero.
Lo cierto es que bajo el manto de la "regla de conformidad previa", el Gobierno de Milei puso un virtual feriado cambiario. Todas las operaciones de demanda que se cursan a través del mercado de cambio fueron congeladas hasta nuevo aviso. Ni siquiera se sabe si habrá anuncios este martes antes del inicio del mercado o si serán más tarde. De hecho en los bancos especulaban en la tarde del lunes que finalmente el BCRA iba a sacar una norma para dejarlos comprar divisas y así levantar el cepo al pago de tarjeta en dólares pesificada, algo que fue comidilla en las redes sociales.
Lo cierto es que ahí los bancos tienen las de perder. Al no haber comunicación oficial de los bancos a los clientes, quienes pagaron la totalidad del resumen en pesos (con los impuestos correspondientes al pesificar sus gastos en dólares) tienen ventaja. Sucede que el banco no puede reclamarle, al próximo resumen, la diferencia entre el valor del oficial al cual se paga la tarjeta (el del día) y finalmente al que Caputo y Bausili les dejará acceder (vaya uno a saber cuándo).
Los bancos, por las dudas, subieron la cotización ficticia del dólar. Le informaron al BCRA precio de venta en torno a $500 (Santander, Banco Macro y Galicia, por caso), pero hubo otros casi $100 más abajo como Banco Nación y Credicoop.
El movimiento del mercado en medio de todo eso fue ínfimo. Se operaron US$ 25 millones, menos que un día feriado en EE.UU. Los bancos solicitaron US$ 62,40 millones en billetes para atender necesidades de caja. Sin embargo, las reservas del BCRA tuvieron una fuerte baja: cayeron US$ 191 millones hasta los US$ 21.017 millones.
La improvisación para una gestión recién empezando resulta un mal augurio. ¿Tendrán las medidas cambiarias y financieras bien pensadas o será un set de medidas a las apuradas? Algunos, con malicia, se inclinaban más por lo segundo. "Caputo no es Carlos Melconian que venía hace 2 años ideando planes de estabilización con un equipo de gente. Su llegada es reciente, confirmada hace una semana, y me parece que se enmarca en lo que vimos el lunes", decía un economista que prefirió el anonimato.
Habrá que ver si finalmente el martes antes del inicio del mercado se anuncia la devaluación más anunciada de los últimos años. El Central de la era Milei empezó a sumar gente al directorio. Vladimir Werning, que había pasado por el Gobierno de Mauricio Macri como asesor de la Jefatura de Gabinete, vuelve al ruedo. Dejará su cargo en AR Partners para buscar su revancha personal. Veronica Holub, Alejandro Lew y Agustín Pesce (que nada tiene que ver con el saliente banquero central) también se sumarán al equipo de Bausili.
