El Gobierno llegó a las elecciones con el dólar planchado. El oficial, por lo menos. Sin embargo, el atraso cambiario, una herramienta clásica de los gobiernos en Argentina, no sirvió mucho. No solo no se frenó la inflación sino que se dispararon las brechas cambiarias, contracara de una presión dolarizadora que buscó salir de las posiciones en pesos como pudo. Hoy, las expectativas de devaluación poselectorales son muy altas y las defensas del BCRA, muy bajas.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló que “en un contexto electoral, hay quien quiere generar un ambiente de ansiedad” y recordó la experiencia de finales de 2020: “El año pasado, cuando la brecha cambiaria llegó a ser del 150%, había muchas voces diciendo que iba a haber un enorme salto devaluatorio y no sucedió”.
“Nosotros tenemos la posibilidad de dar continuidad a la política cambiaria, y no tenemos ninguna duda al respecto. Tenemos condiciones para sostener el camino que iniciamos y lo vamos a hacer”, concluyó el lunes, ante empresarios en Comodoro Rivadavia. La declaración es de manual: las devaluaciones no se anuncian y menos a 120 horas de las elecciones.
El martes, el BCRA vendió US$ 110 millones en el MULC y acumula un saldo vendedor por US$ 142 millones en lo que va del mes. Además, Rofex operó 600.000 contratos. "El interés abierto sigue creciendo a un ritmo vertiginoso. Entre ROFEX y MAE ya se totaliza un interés abierto de US$ 6.495 millones, US$ 2.300 millones más que hace tan solo un mes (+ 56%)", dijeron desde Cohen.
Se verá qué ocurre desde el lunes 15. Se descuenta que el BCRA acelerará la pauta devaluatoria, que viene corriendo al 1% mensual con una inflación en 3-4%. ¿Alcanzará para evitar un salto discreto, o no tanto, en el verano? Esa es la primera duda del mercado. La segunda es si Martín Guzmán seguirá en su cargo.
"Si bien el presidente hizo algunos cambios en el gabinete, resistió la presión para cambiar a su equipo económico. Pero si el Gobierno pierde por el mismo margen o más en las elecciones, es probable que estas presiones vuelvan a aumentar. Si el ministro Guzmán continúa en su cargo luego de las elecciones de la próxima semana será un indicador clave de si el Gobierno cambiará de rumbo e implementará una agenda más intervencionista o continuará con su política de relativa disciplina fiscal en un esfuerzo por cumplir con un acuerdo. con el FMI", dijo Juan Carlos Díaz (Cefeidas Group) en una entrevista con AS/COA.
