Luego de un fin de semana convulsionado por el atentado contra la vicepresidenta el jueves, el feriado nacional del viernes y el anuncio de Sergio Massa de un "dólar soja" de $200 el domingo por la noche, se abrió ayer el primer lunes de setiembre (con feriado en Wall Street por el Día del Trabajo) con mercados internacionales muy complicados y una plaza financiera local que anotó fuertes caídas para los dólares libres, con bonos quietos, mínima suba del riesgo país y acciones en alza, pero con el menor volumen de los últimos cien días.
De arranque, con la ventana hasta fin de mes para que los productores de soja liquiden los granos que guardan en los silos con un dólar 32% más alto que el que venían recibiendo, los inversores altamente especulativos jugaron todas sus cartas y salieron a ofrecerse en los mercados libres, ya que creyeron que iba a aparecer una venta masiva, y que con eso caerían muy fuerte los dólares libres. Y eso efectivamente ocurrió: el dólar blue se hundió $15 hasta $270, el MEP cayó $7,54 hasta $271,19 y el contado con liquidación cayó $5,83 hasta $282,91.
- Por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue cayó al 83,6% y la del CCL con el mayorista fue del 101,6%.
En los hechos, ocurrió exactamente lo mismo que pasó a partir del overshooting de octubre de 2020 (cuando el dólar bajó de $195 a $139) porque Martín Guzmán cerró el gasto porque las variables se le iban de cauce, y también sucedió en enero de este año (cuanto todo volvía a dispararse) y Guzmán logró calmar un dólar de $219 hasta $195 aceptando todas las pautas del acuerdo firmado con el FMI. Y ahora, cuando todo parecía explotar por la renuncia de Guzmán y el fallido intento de Silvina Batakis, llegó Massa, cambió a un modelo claramente capitalista (muy mal mirado por el núcleo duro de La Cámpora) y el dólar volvió nuevamente de otro overshooting, al ceder esta vez de $338 a $270.
El primer paso atrás de la primera corrida fue de casi 29%, el segundo paso atrás fue del 11% y en esta oportunidad, con un giro copernicano en la política económica, la vuelta atrás del blue es del 20%.
Frente a estos movimientos, al cierre de la rueda de ayer, aparecieron entre operadores y analistas un millón de interrogantes. Las preguntas se originaban en tres puntos centrales. Primero, cuando se anunció el dólar soja de $200, se anticipó que en la ventana de septiembre se lograría una liquidación de nada menos que US$ 5.000 millones y que entre lunes, martes y miércoles de esta misma semana se lograrían ventas por US$ 1.000 millones, con Gabriel Rubinstein ya instalado en Washington para debatir cómo sigue la auditoría del FMI y con Massa a punto de partir, sin la compañía de Miguel Pesce, que sorprendentemente se quedó en Buenos Aires (en su lugar fue Lisandro Cleri, ya de alguna manera erigido como número dos de la autoridad monetaria).
Sin embargo, al cierre de negocios hubo una mala sorpresa: posiblemente por ser demasiado nuevo el sistema, ayer no hubo ni una sola liquidación del campo con este dólar tan mejorado.
La segunda mala noticia que encontraron los especialistas en finanzas tuvo que ver con un número desagradable. Ayer en el mercado de cambios, el BCRA perdió US$ 9 millones, por lo que se cortó la racha de 16 ruedas seguidas de comprar pequeñas pero ininterrumpidas. Y lo peor del caso es que al final del día, por operaciones del comercio exterior y debilidad del yuan chino, la autoridad monetaria terminó perdiendo en el día reservas por US$ 68 millones.
"Puede ser que los productores no se hayan decidido tan rápido a vender soja a $200 -dijo un operador- pero si bien el blue, el MEP y el CCL bajaron, el Senebi se mantuvo casi sin cambios, algo arriba de $290. El mercado ve con claridad que los precios de los supermercados arrancaron con subas del 6%, agosto parece haber tenido una inflación del 6,5% y el dólar mayorista subió 5,5% en los últimos treinta días, por lo que se sigue atrasando, al menos un punto por mes, y el dólar oficial sigue usado como ancla y con dólar soja a $200 tenemos una brecha cambiaria todavía superior al 100%".
La claves del viaje de Massa
Por supuesto, todos los ojos están puestos en el viaje de Massa y en lo que consiga con Ilan Goldfajn y con la número dos del Fondo, o cuando el titular del Frente Renovador vea a Kristalina Georgieva, o cuando visite Houston para ver si logra inversiones concretas para Vaca Muerta. Pero las multinacionales petroleras no parecen estar satisfechas con las rebajas impositivas que se les prometieron, quieren que se les garantice entrada y salida de dólares plenos, sin ningún tipo de cepo. Y allí llegó la tercera mala noticia que vio ayer en el mercado: tras la concesión que se le dio a los sojeros, al menos quince sectores fueron a tocarle el timbre a Pesce, reclamándole "nosotros también queremos un dólar mejor, nosotros también exportamos".
De ahí que no sorprendió demasiado que a pesar de la mejora en el dólar soja, los titulos argentinos no tuvieran una reacción demasiado festiva. Los bonos se movieron en general de manera lateral, con algunas subas en algunos papeles, pero el veredicto del riesgo país determinó al final del día que había subido 5 unidades hasta 2.429 puntos básicos, por lo que Massa no logra mover el amperímetro, ni con todas sus promesas de ajuste, ni con sus beneficios impositivos, ni con sus ventanas cambiarias.
Y la Bolsa local, en un día en el que no hubo negocios en Wall Street por el Día del Trabajo, logró tener una pequeña suba, en un día en el que hubo una consistente marea roja en casi todas las bolsas mundiales, a excepción de Buenos Aires y de las bolsas latinoamericanas, especialmente la de Chile, que se afirmó porque los chilenos rechazaron cambiar la Constitución que había dejado Pinochet. Las bolsas europeas mostraron bajas de hasta el 2,2%, con foco en Frankfurt, pero San Pablo subió 1,2% (con Bolsonaro repuntando en las encuestas), la de México mejoró 0,3% y la de Santiago levantó 2,2% acercándose a su pico de 2017.
A nivel local, el recinto porteño estuvo prácticamente sin música. Con $937 millones operados en acciones y $619 millones en Cedears (el menor volumen de los últimos cien días), la Bolsa de Buenos Aires subió 1,4%, con salto de más del 10% en por ejemplo en Molinos Agro, que es fuertemente beneficiada como productora directa de soja y también por tener asociaciones con las grandes exportadoras de cereales del país. Y, por supuesto, sin cotización en los ADR argentinos en Nueva York, porque no hubo negocios en Wall Street.
Recorte petrolero
Alejándonos del ombligo local, el mundo financiero estuvo atravesado por una movida de Vladimir Putin, en asociación con los árabes. Por un lado Rusia cortó la provisión de gas a algunas zonas europeas. Y por otra parte acordó con los árabes en la Opep+ para determinar un recorte de suministro: reducirán su bombeo en 100.000 barriles por día (bpd) a partir de octubre, ya que la baja del petróleo ha sido excesiva, y a pesar de que esperan un mundo en recesión, optan por cerrar un poco los grifos para ver si pueden sostener el valor del producto que sostiene sus economías.
- Y obviamente, detrás de la suba del crudo también volvió a subir el gas, lo cual significa un duro golpe para Europa, a las puertas del invierno. Y, en línea con los valores de la energía, también subieron fuerte la mayor parte de los metales básicos, insumos de las industrias. No hubo negocios en Chicago, pero los granos en Rosario mostraron leve suba del 0,3% para la soja y baja del 3,1% para el maíz.
Eso hizo que la Bolsa de Frankfurt cayera y volviera a precios de 2017. Y además hubo un fuerte eco en el valor de las monedas, ya que ayer en el exterior (mientras en Argentina había bajas) el dólar subió 0,5% contra el yuan y contra el mexicano, 0,3% en Chile y contra el yen y 0,2% contra el euro. Y las posiciones de reserva alternativas, como el oro y la onza de plata no se movieron, mientras que las criptomonedas tuvieron un día también débil, con bajas promedio del 2%.
Todas estas cotizaciones son consideradas como bastante flotantes, ya que el mercado más grande del mundo es la Bolsa de Nueva York y recién hoy se verá cómo funciona todo, al volver a circular normalmente los negocios en Wall Street y comprobar, sobre todo si las tasas largas de los bonos norteamericanos se acercan al 4% anual, poniendo en riesgo a las acciones que cotizan en la Gran Manzana. Y por cierto causó bastante alarma la decisión que tomó el director financiero de la firma Bed Bath & Beyond, Gustavo Arnal (de 52 años), que se suicidó al saltar desde el piso 18 desde un icónico rascacielos del neoyorquino barrio de Tribeca.
La firma está endeudada, y se teme que haya impagos. Bed Bath & Beyond Inc. es una cadena estadounidense de tiendas minoristas con muchas tiendas en los Estados Unidos, Canadá, México y Puerto Rico.
Sin dudas, el temor a que vayan apareciendo bancarrotas, no solo en EE.UU. sino también en China está alterando los nervios de los inversores de los mercados de esos dos países. Y si hoy tampoco aparecen liquidaciones del campo, también podrá surgir nerviosismo en el mercado local.
El titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, se quejó frente al dólar soja temporal. Dijo "esto no es parejo, es como esos vecinos que no pagan las expensas y después llega una moratoria y la paga más barata. Hay un beneficio para la soja, pero qué pasa para el resto de los granos o de todo lo que el campo exporta".
