Claves
Como si el paro de la CGT no hubiera tenido ninguna importancia, como si el exabrupto de Pablo Moyano de "tirar a Caputo al Riachuelo" pasara desapercibido, como si la amenaza desde Río Negro de cortar la energía a todo el país si le cortan el envío de dinero a las provincias pasara completamente de largo y sin darle ningún valor al aviso de Miguel A. Pichetto de "no van a poder gobernar si no hacen una coalición", el mercado financiero argentino repitió ayer un día perfecto, horas después de que Javier Milei echara a un ministro y a dos funcionarios de alto rango del área salud.
En otro contexto, toda esa sucesión de sensibles ruidos políticos habrían provocado un verdadero temblor en la plaza de negocios local, pero ocurrió absolutamente todo lo contrario: todos y cada uno de los dólares libres cayeron (y fuerte), los bonos siguieron subiendo (testeando el mejor valor desde que el líder libertario está en la Casa Rosada), el riesgo país cayó al menor valor de lo que va de este año y, con una nueva y peligrosa caída en la cotización de la soja, la Bolsa de Buenos Aires tuvo una ligera toma de ganancias en pesos, pero los ADR argentinos en Nueva York siguieron viento en popa, con suba en bloque de hasta 4,5%.
Según una medición de la Universidad Torcuato Di Tella, el índice de confianza en el Gobierno cayó en enero 8,7% contra diciembre, precisando además que el nivel de confianza actual de Milei es 16,8% más bajo que el que tenía Mauricio Macri en el comienzo de su gobierno (en enero de 2016), pero 12,3% por encima del que tenía Alberto Fernández al arrancar su mandato (en enero de 2020).
Y sin embargo ahorristas e inversores están jugando sus cartas con movimientos a favor, como convencidos de que toda esta desregulación económica es imparable, más allá de lo que pase con la Ley Ómnibus el martes próximo o aún por encima de lo que diga la Corte sobre el DNU, cuando termine la feria judicial y se ponga las pilas el jueves de la próxima semana.
Todo este respaldo de los que juegan dinero en las finanzas está apoyado en una evidencia incontrastable. Venimos de un Gobierno que fue una calamidad y Milei no fue elegido de manera aseverativa, sino por descarte, es decir lisa y llanamente para sacarse de encima al kirchnerismo.
En esa línea, el Indec dio datos que empujan aún más los negocios: el organismo de estadísticas informó que el índice general de salarios registró en noviembre un incremento del 9,1%, casi 4 puntos por debajo del 12,8% de la inflación que se registró ese mes.
También según el Indec, siempre considerando lo que fue la inflación, los salarios privados de noviembre se incrementaron 9,9%, los del sector público 7,8% y los que están en negro (un tercio de la fuerza laboral) apenas 8,3%.
Y, por si quedara alguna duda, el Indec remató detallando que al comparar noviembre de 2023 vs noviembre 2022, con una inflación del 160,9%, los salarios públicos subieron 157,3%, los privados 150,2% y los que están en negro por una ley laboral antediluviana crecieron apenas el 101,1%, con una destrucción desgarradora.
El marco externo
Esta verdadera ebullición que vive Argentina se está dando con un mundo que geopolíticamente se complica cada vez más, pero con un Estados Unidos que sigue teniendo una economía muy firme, sin dar ninguna señal de aterrizaje suave y mucho menos de una posible recesión.
- De hecho, apareció el indicador de inflación favorito de la Fed, el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) y se mantuvo absolutamente estable en diciembre: subió 0,2% el mes pasado, con una variación del 2,6% anual, ya con un número cercano al que viene buscando Jerome Powell, el jefe de la Reserva Federal.
Y con eso como marco, se siguen acercando las puntas de las tasas largas norteamericanas: se pagó 4,8% anual a 1 año de plazo, 4% a 5 años, 4,2% a 10 años y 4,4% a 30 años. Y detrás de esos premios en el exterior el dólar global subió 1,2% en Chile, 0,2% en Japón y 0,1% en China, pero bajó 0,1% contra la libra, 0,2% contra el euro, 0,3% en Brasil y descendió 0,4% en México.
Pero si se quiere lo más sorprendente de todo fue que mientras el dólar mundial sigue bastante sostenido, en el mercado argentino está en retroceso.
Con el aviso de que se le dará acceso al dólar mayorista a las pymes exportadoras y luego de una exitosa quinta licitación del bono Bopreal, con otra licitación en camino, el mercado cambiario local tuvo ayer una gran descompresión: el dólar blue cayó $25 hasta $1.220, el Senebi bajó $4 hasta $1.281,50, el MEP cayó $38,82 hasta $1.192,77 y el contado con liquidación bajó $39,56 hasta $1.246,03. Por lo que la brecha entre oficial y blue fue del 40% y la del CCL con el mayorista fue del 51%.
En una jornada en la que además, con un dólar exportador más bajó de $ 946,78, el BCRA logró comprar otros US$ 117 millones en el mercado y al final del día sumó nada menos que US$ 146 millones a las reservas, por lo que el nivel de reservas brutas volvió a superar los US$ 25.000 millones, algo que no pasaba desde mediados de octubre, luego de que el FMI le liberaba a Sergio Massa los últimos DEG que recibió.
A lo largo del día se conoció además que el próximo miércoles el FMI se reunirá para analizar el acuerdo con el gobierno de Milei, que tiene aval de Biden desde Estados Unidos y se desprende que tendrá un respaldo todavía más potente si Donald Trump llega otra vez a la Casa Blanca en noviembre próximo.
Todo eso allanó el camino para que con más negocios, los bonos argentinos recuperaran otro 1%, por lo que el riesgo país bajó 14 unidades hasta 1.856 puntos básicos, el mínimo de lo que va de este año.
En cuanto a lo que ocurre con los papeles privados, la situación no es para nada sencilla. La tensión en el Mar Rojo sostiene el valor del petróleo y eso hará más complejo bajar la inflación, por lo que seguramente la Fed y el BCE mantendrán tasas altas durante más tiempo.
Y con eso como posible perspectivas, aparecieron expertos bursátiles como Ray Dalio, que alertó que esa posibilidad más un cisne negro de un posible 'efecto Trump' pueden generar otro crash bursátil, en un momento en el que Wall Street navega en máximos.
Con eso, hubo otro día mixto en la Bolsa de Nueva York, con suba del 0,2% para el Dow, con baja del 0,1% para el S&P y descenso del 0,4% para el Nasdaq. En tanto que hubo suba del 0,6% en la Bolsa de San Pablo y avance del 1,3% en la de México.
Las acciones locales
Mientras que en el mercado bursátil local se vivió un verdadero espejismo: en la Bolsa porteña los precios bajaron fuerte en pesos, pero como el dólar bajó casi lo mismo, el S&P Merval en dólares casi no se movió y, es más, los ADR siguieron viento en popa.
Puntualmente, con $33.756 millones operados en acciones y $27.314 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 2,4% (casi nada en dólares).
En tanto que los ADR mostraron subas del 1% al 4,6% para Francés, Galicia, Edenor, Mercado Libre, YPF, Macro, Central Puerto y TGS; con bajas del 1% al 2% para Despegar y Loma Negra.
¿Está todo tranquilo para que los inversores se confíen? No, las commodities están bailando una música que demuestra que todo está absolutamente inestable. El petróleo subió otro 1,3%, los metales preciosos siguen sin fuerza, los metales básicos actuaron mixtos y se concretó una marcada caída para todos los granos en Chicago, mientras que en Rosario el trigo y el maíz sobrevivieron pero la soja cayó otro 1,8% hasta su menos valor en tres años porque se espera una cosecha con alforjas bien llenas.
Pero lo que probablemente refleje que la tranquilidad no existe fue la nueva toma de posición de inversores especulativos en criptomonedas, huyendo de todo: hubo un fuerte repunte del 5,6% para el Bitcoin con subas de hasta el 8% en el resto de los valores del panel.
