Crítico escenario del sector eléctrico: entre las falta de inversiones y los cortes de luz
"Estamos en una situación límite donde es muy probable que el sistema no pueda abastecer la demanda máxima y sea necesario recurrir a cortes de suministro. A este contexto se agrega además la falta de inversión en el sistema de transmisión en los tramos de alta tensión que pueden prolongar o agudizar los problemas de abastecimiento en la medida que no haya planes para la expansión del sector. El otro tema crítico y crónico que aparece es el fin de la vida útil de algunas represas hidroeléctricas, como el caso de la central de El Chocón y la salida de servicio de la central nuclear Atucha", aseguró Jorge Lapeña, presidente del Instituto de Energía Mosconi (IAE) y ex secretario de Energía de la Nación.
El problema que viene de larga data hoy es paliado por las importaciones de energía eléctrica desde Paraguay, a través de Yacyretá, de Brasil y parcialmente de Uruguay. No obstante, a pesar de este contexto el especialista advierte que "el gobierno prefiere ignorar olímpicamente esta cuestión ya que en el último anuncio del presupuesto del años que viene no ha mencionado la intención de hacer obras o aportar fondos para la resolución de este tipo de problemas".
La preocupación de Lapeña también es compartida por Darío Arrué, interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), quien días atrás describió un panorama complicado para enero 2025 en un sistema eléctrico vulnerable con falta de inversiones y posibles problemas de suministro.
El funcionario del ENRE subrayó que la combinación de una alta demanda y un sistema debilitado podría generar interrupciones del suministro eléctrico, aunque aclaró que aún no se han programado cortes de manera oficial. "El verano será complicado: faltará generación, transporte y distribución de energía. El sistema energético argentino enfrentará dificultades en el próximo verano, con posibles cortes de luz en medio de previsiones de altas temperaturas", dijo.
Se proyecta que las temperaturas serán especialmente elevadas durante la última semana de febrero y la primera de marzo, lo que aumentará la demanda de energía en momentos críticos.
Las previsiones de CAMMESA
La preocupación del interventor del ENRE está en sintonía con el informe de CAMMESA que anticipa un verano 2024/2025 crítico con una Curva de Abastecimiento que combina probabilidades de ocurrencia de picos altos y disponibilidades de oferta para su cobertura, considerando red de transporte completa.
La probabilidad de abastecer el pico máximo con las reservas requeridas es del 80.9 %, y con una oferta adicional de 3000 MW (máxima importación de estar disponible) esta probabilidad asciende al 97%.
El informe advierte que de presentarse iguales condiciones que en el pico máximo del verano pasado, igual disponibilidad del parque térmico, Igual recurso renovable variable y con Paraguay utilizando el 50% de Yacyretá, para abastecer la demanda máxima prevista (30700 MW) será necesario importar la máxima capacidad (2500 MW) y reducir reservas operativas. De no contar con la importación considerada agotando las reservas operativas será necesario realizar corte a la demanda.
En el Gran Buenos Aires, por ejemplo, las Centrales Puerto y Costanera informaron desafectación de unidades durante 2025. Tampoco se prevén avances en ampliaciones de la red de 500 kV y 132 kV lo cual pone en riesgo de abastecimiento a áreas de Rosario, Córdoba Capital, Interior del Chaco. El resumen de mediano plazo 2025-2027 indica que las reservas de potencia del Sistema y áreas claves como el GBA resultan insuficientes para altos requerimientos de verano/invierno, empeorando la situación en el período.
Las condiciones se hacen más críticas por el aumento de la demanda, el gradual retiro de generación térmica, la indisponibilidad prolongada de Atucha I por extensión de vida útil, la expectativa de menor potencia disponible en Yacyretá para Argentina, la variabilidad de oferta renovable, la falta de firmeza de la importación y la ausencia de obras de infraestructura de transporte y nueva generación de porte en los próximos dos años.
El aumento esperado de disponibilidad de gas mejoraría parcialmente la oferta, pero no alcanza a compensar lo anterior. En estas condiciones, el abastecimiento de la demanda en días extremos no se puede garantizar y dependerá fundamentalmente de la disponibilidad de importación y del sistema de transporte troncal en condiciones.
"Lo que se está trabajando es ver cómo se puede arrimar algún paliativo a esta situación que va a ser compleja", afirmó Arrué. La gran parte de los usuarios residenciales, especialmente aquellos que dependen del sistema energético en el área metropolitana, no contará con una red suficientemente robusta como para evitar interrupciones durante los momentos de mayor demanda.