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Sólo 62% de las mujeres en edad activa participa del mercado laboral

26 noviembre de 2019

Ayer se celebró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y si bien en los últimos 15 años el incesante trabajo de movimientos feministas ha logrado colocar los derechos de las mujeres en primer plano, aún no se han logrado demasiados avances en cuanto a la autonomía económica.

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) presenta hoy en el auditorio del Banco Santander ellibro“El género en el trabajo. Entre la casa, el sueldo y los derechos”, de Gala Díaz Langou, Gimena de León, José Florito, Florencia Caro Sachetti, Alejandro Biondi Rodríguez y Matilde Karczmarczyk. Los autores plantean un problema transversal de la sociedad argentina: la brecha en el mercado laboral.

La publicación fue una iniciativa conjunta del Cippec, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Entidad de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“Aún hoy, en la Argentina el género de una persona determina su participación en la economía y el goce de sus derechos económicos: existe un género del trabajo”, sostuvo Díaz Langou, directora de Protección Social de Cippec.

El libro contiene un diagnóstico de la situación de las brechas de género en el mercado de trabajo, evidencia sobre los beneficios de cerrarlas para el avance en derechos y desarrollo, y propuestas de políticas concretas. Según indicó Díaz Langou, durante la campaña electoral éstas últimas fueron presentadas a todos los candidatos y, posteriormente fueron profundizadas en encuentros con representantes del Frente de Todos. “Vemos en el cambio de Gobierno una oportunidad. La voluntad política es una condición necesaria para avanzar”, señaló.

A los números

En Argentina la diferencia en la tasa de actividad y empleo entre mujeres y varones alcanza cerca del 20%. Mientras que sólo el 62% de las mujeres entre 16 y 59 años participan del mercado laboral, en el caso de los hombres la cifra alcanza el 81%. Además, la mitad de las ocupadas trabaja a tiempo parcial, comparado con uno de cada cuatro varones.

Tal como evidenció el estudio, la brecha tiene un fuerte sesgo socioeconómico, ya que se hace mayor en los estratos más pobres, mientras que casi desaparece en los de mayor nivel adquisitivo. Además, abarca tanto el acceso al empleo, como la trayectoria y los puestos de liderazgo.

Si bien las diferencias no se observan en el salario (percibido en un mismo puesto y sector), se encuentran en los ingresos en general, que caen entre el 22% y 35% para las mujeres. Este problema se debe a que las mujeres que acceden a puestos laborales lo hacen por menos horas, en peores condiciones, con menor protección social, en los sectores menos dinámicos y peor remunerados de la economía.

El 57% de las mujeres se concentra en cuatro sectores: comercio (17%), trabajo doméstico (17%), educación (15%) y salud (8%). A excepción del comercio, la fuerza laboral en esas actividades está integrada en 65% por mujeres, llegando al 97% en el caso del trabajo doméstico.

Tal como indicaron los especialistas durante la presentación, en la que participó El Economista, la vulnerabilidad no es casualidad. ¿A qué se deben las diferencias de posibilidades?

Uno de los principales determinantes es que las mujeres, aún hoy, son las encargadas de las tareas de cuidado y trabajo doméstico no remunerado. Y en línea con eso, existen normas sociales, sesgos y estereotipos de género muy arraigados. Por último, el libro menciona la educación. En este punto, Biondi Rodríguez resaltó la importancia de implementar la ESI en las escuelas, lo que resulta fundamental para lograr un cambio cultural a largo plazo hacia una sociedad más equitativa.

Además, los autores proponen un conjunto integral de medidas, que contemplan acciones para potenciar los mecanismos de formalización del empleo, impulsar la contratación de mujeres, fortalecer la perspectiva de género mediante la formación y garantizar el acceso bancario, entre otras. Para ello, mencionaron la conveniencia de que el Gobierno entrante promueva la creación de un órgano rector, que articule las propuestas a nivel nacional en todos los sectores, junto con las provincias y actores privados.

Dato: La ampliación de oferta de espacios de crianza y cuidado para niños menores de 4 años permitiría alcanzar, con una mínima inversión, una tasa de asistencia del 53% (20 puntos mayor a la actual). Eso generaría en total 1.285.000 nuevos puestos de trabajo, afirma el estudio de Cippec.

Según el libro, el costo de las medidas a planteadas debería observarse más bien como una inversión. “Creemos que es urgente priorizar esta agenda, ya que promover una mayor inclusión de género impactaría directamente en la pobreza y el empleo, conllevando un retorno económico”, señaló Díaz Langou. De ese modo, la incidencia llegaría a afectar positivamente el nivel de PIB y la recaudación fiscal.

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