¿Las importaciones son una amenaza?

En los últimos meses, aumentaron las compras de bienes de consumo que afectan a sectores sensibles e intensivos en empleo.
07-09-2016
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El Gobierno conoce muy bien el impacto del incremento de las importaciones en sectores sensibles y de mano de obra intensiva. Poco antes de darse a conocer la iniciativa de frenar las importaciones de Sergio Massa, diferentes funcionarios se reunieron con empresarios del sector químico, autopartista y textil, entre otros, para dejarles en claro que iban a tener en cuenta medidas de protección frente a cualquier aluvión de productos que afectaran su producción.

Hace unos días, la Federación de Industriales Textiles Argentinos (FITA) admitió en un comunicado el diálogo con el Ministerio de Producción para “monitorear la evolución de la importación” y “buscar que se reduzcan las cantidades de los bienes extranjeros priorizando la producción nacional”. Según los empresarios del sector, 60% de los productos textiles que se venden son extranjeros y en el primer semestre del año las importaciones de este rubro ?de producción principalmente china? se dispararon 30%.

Los números oficiales muestran que, en realidad, el valor de las importaciones durante los primeros siete meses de 2016 cayó 7,7%, aunque en cantidades la llegada de importados aumentó 6,4%. En este contexto, el Indec asegura que los bienes de consumo fueron de los pocos? junto a los autos? que mostraron números positivos.

El dato que preocupa y despierta el reclamo de medidas para proteger la producción nacional es que las cantidades de bienes de consumo se dispararon cerca de 20%. Y China es uno de los países que más introdujo productos en el mercado local. De todas maneras, las importaciones solo llegan a representar cerca de 10% del PIB.

Importación y recesión

Si bien la noticia pasó casi inadvertida, el último acto para levantar por completo el cepo cambiario preparó el terreno para una liberalización completa de las importaciones y despertó la fantasía sobre la evolución de las compras externas, cuando la curva ya es ascendente. El BCRA, a fines de agostó, eliminó la obligación de justificar con documentación cada operación ofrede cambio, y también derogó los topes mensuales para operar.

La UIA en su ultimo informe destaca que “resulta preocupante para la industria nacional el mayor volumen físico de importaciones, especialmente en bienes de consumo y otros bienes finales”. Pero la mayor señal de alarma es que este incremento se da en un contexto de contracción económica. “El incremento de las compras externas no expresa una reactivación de la economía local, sino más bien un aumento de la participación de mercado de los productos extranjeros con su contrapartida en el desplazamiento de la producción local”, dice en uno de sus párrafos.

Desde la entidad empresarial siempre admitieron una elasticidad de las importaciones respecto de la actividad industrial: frente a la expansión de un punto porcentual de la industria, las importaciones crecen en cuantía entre 3,5 y 4,5 más. “La Argentina presenta una estructura productiva que demanda importaciones cuando crece, tanto de bienes de capital para invertir, como de bienes intermedios para continuar produciendo”, consideran. Por eso, la restricción de las importaciones debe tener en cuenta esta condición, porque sino cualquier traba puede restringir la posibilidad de un rebote.

Si bien la iniciativa de Massa cosechó la adhesión política de Daniel Scioli y de otros personajes del espectro político, los detractores del “proteccionismo” tienen sus argumentos. “Abrirse al comercio genera prosperidad, por eso en el mundo la firma de tratados de libre comercio es moneda corriente”, asegura el economista José Luis Espert. “Somos de las economías más cerradas al comercio desde hace más de medio siglo, motivo por el cual nuestra decadencia es casi sin par”. Y remata: “No al cierre de la economía. No al proteccionismo industrial”.