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La industria sintió el impacto de la segunda ola en abril

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19 mayo de 2021

En base al consumo de energía, la actividad industrial creció 58,6% en abril respecto al mismo mes del año pasado, primer mes completo la cuarentena estricta que afectó todas las actividades. En tanto, sin ese factor, la producción fue 6% superior en comparación con el mismo mes de 2019.

Los datos se desprenden del último informe de panorama productivo realizado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) del Ministerio de Desarrollo Productivo. Además, en abril, el índice adelantado de actividad industrial se contrajo 2,9% mensual desestacionalizado en comparación a marzo. Es decir, la segunda ola afectó a las fábricas.

Para realizar el índice se toma como referencia el consumo de energía de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).

Sectores

Si bien los registros son superiores a los niveles previos a la pandemia, se nota cierta desaceleración en la recuperación industrial que se venía dando hasta marzo. De 16 sectores relevados, 13 registraron caídas mensuales en el cuarto mes de 2021, excepto químicos, alimentos y otros sectores industriales.

El CEP XXI destacó que las caídas reportadas fueron relativamente moderadas dada la magnitud del rebrote de coronavirus (-3,1% en promedio), con la más profunda en el sector automotriz (-9,3%). “Aunque la industria no tuvo restricciones para operar, las bajas reportadas se deben a la mayor cantidad de contagios entre el personal (que obligó a suspender turnos en ramas como la siderurgia y la automotriz) y la falta de insumos (por ejemplo, la situación sanitaria generó escasez de oxígeno, material importante en ramas como la siderurgia)”, detalló el estudio.

A ello se le sumaron factores no directamente vinculados con la pandemia, como conflictos en el sector portuario (que provocaron falta de insumos en diversas fábricas) y paradas técnicas por mantenimiento en sectores como el automotriz (Ford) y la siderurgia. “A pesar de la baja de abril, 11 de 16 sectores industriales consumieron más energía que en el promedio de 2019 (en la medición desestacionalizada)”, subrayó el estudio.

Movilidad

Otro indicador que mostró un impacto no tan significativo de la segunda ola, en comparación a la primera, sobre la actividad económica es el de la movilidad de las personas. Cuando los contagios se disparan, la circulación tiende a reducirse por dos razones: las restricciones a la circulación impuestas por los gobiernos (para evitar una mayor disparada de contagios) y el temor al contagio por parte de la ciudadanía. “Es por ello que, en general, salud y economía van relativamente de la mano”, consideró el CEP XXI.

En base a información provista por Google Mobility, en abril y lo que va de mayo se observaron índices de movilidad similares a los del período noviembre-diciembre del año pasado, cuando existía un marcado relajamiento en los cuidados. Hubo una baja contra el primer trimestre (marzo fue el mes más normal de toda la pandemia) y, lógicamente, sigue muy debajo de febrero de 2020.

Los resultados hasta el momento vienen siendo consistentes con lo ocurrido en el hemisferio norte con la llegada del otoño a finales de 2020”, aseguró el CEP XXI. En general, la tendencia fue hacia una menor circulación callejera, pero sin retornar a lo que fue la primera ola de Covid-19.

Lo mismo se viene observando en Sudamérica, en donde en estos meses la (in)movilidad en zonas residenciales nunca retornó a lo que fue el segundo trimestre del año pasado. En todos los casos hubo un común denominador: las restricciones a la circulación no volvieron a ser las de abril de 2020 y, a su vez, muchas más actividades económicas permanecieron abiertas (o con menores restricciones) comparado con en el segundo trimestre del año pasado. Se verá que depara junio: la segunda ola sigue muy fuerte (ayer se registraron más de 35.000 casos) y la posibilidad de mayores restricciones no es menor.

Panorama del empleo

La segunda ola llegó en un momento en el cual, producto de la reactivación económica, el empleo estaba en vías de recuperación”, señaló el informe del CEP XXI. De acuerdo a cifras del Ministerio de Trabajo, el empleo asalariado formal privado tocó piso en agosto pasado, con una contracción neta de 176.100 trabajadores respecto a la prepandemia.

Desde entonces, comenzó muy gradualmente a recuperarse, con una creación neta de 20.100 empleos entre agosto y febrero, lo que da como resultado una baja interanual de 156.000 trabajadores (-2,6%). “El ritmo de la baja es idéntico al de los 12 meses previos a la pandemia, aunque en ese caso la contracción económica fue de menor porte que la del Covid-19”, consignó el estudio.

A pesar de esto, la heterogeneidad sectorial continúa siendo profunda y explica porque dicha mejora es todavía “tímida”. La importante recuperación del empleo en la construcción, la industria y los servicios profesionales y empresariales (que, juntas, crearon 55.000 empleos desde agosto pasado) se vio limitada por la persistente baja del empleo en ramas como hoteles, restaurantes, transporte y servicios culturales y personales. Estas últimas, en conjunto, experimentaron una baja de 33.800 empleos desde agosto, y de 98.100 desde la prepandemia.

Al interior de la industria, que en febrero tuvo 19.800 puestos de trabajo más que antes de la pandemia, se ven más claras las heterogeneidades. “La gran mayoría de las ramas (18 de 24) creó empleo, algo consistente con el mencionado hecho de que buena parte del sector manufacturero está operando por encima de los niveles de 2019”, expresó el CEP XXI.

En ese sentido, el informe precisó que "caucho y plástico, alimentos, químicos y aparatos de uso doméstico fueron los de mayor creación absoluta de empleo", y comparó que "la contracara de esta situación son los sectores de indumentaria, calzado y cuero". "En los tres casos se trata de ramas que venían en baja en la pre pandemia y que además se vieron perjudicadas por el cambio de hábitos de consumo que implicó el coronavirus", indicó el trabajo.

Por regiones

Así como se observan heterogeneidades intersectoriales e intrasectoriales en el desempeño productivo y del empleo, es posible notar lo mismo en clave territorial. “Como se dijo, tomando el conjunto de los sectores, la contracción interanual del empleo ha sido del 2,6%; consistente con este dato es que 363 de 486 departamentos/partidos para los que contamos con información hayan tenido en febrero una menor cantidad de asalariados formales privados que en el período previo al coronavirus”, detalló el CEP XXI.

Dentro de los distritos de mejor desempeño, se destacan en primer lugar varios que forman parte del núcleo agroindustrial del país, como el este de Córdoba, el oeste de Santa Fe y parte de la provincia de Buenos Aires. También se destacan en su desempeño provincias como Tierra del Fuego y San Luis, que poseen una elevada especialización industrial como consecuencia de políticas de promoción regional.

De la mano del fuerte repunte de la demanda de electrónica de consumo, mayormente celulares y TV, la producción fueguina experimentó un notorio repunte en la segunda mitad de 2020 y principios de 2021, lo cual impactó favorablemente en el empleo formal, particularmente en Río Grande. A su vez, gran parte de la provincia de San Luis, y en particular Villa Mercedes, el principal polo industrial de esa provincia, exhibió un alza del empleo asalariado privado formal.

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