El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció este martes que “a partir del mes de noviembre los trabajadores que cobran hasta $ 330.000 no pagarán Ganancias” y resaltó que la medida permitirá “que casi 380.000 argentinos no pierdan lo que ganaron" en su empleo.
Así lo manifestó al encabezar un acto en el parque industrial La Isla de La Banda, en Santiago del Estero, junto al gobernador Gerardo Zamora, donde anunciaron distintas medidas para incentivar la producción en la provincia.
Con este nuevo piso queda exento del impuesto el medio aguinaldo de diciembre para los sueldos de hasta $330.000.
A fin de mantener una mejor progresividad y evitar saltos en las escalas, el nuevo decreto propone elevar la Deducción Especial Incrementada para el tramo de remuneración de $330.000 y hasta $431.988.
Esto permite que 380.000 trabajadores no pasen a pagar el impuesto en los meses de noviembre y diciembre.
“De esta manera reafirmamos nuestro compromiso de que solo el 10% de los trabajadores y trabajadoras de mejores salarios tributen Impuesto a las Ganancias”, escribió Massa en su cuenta de Twitter tras el anuncio.
Asimismo, el titular de la cartera económica señaló que los 2 objetivos principales de su gestión son "recuperar el ingreso de los trabajadores y ganar la batalla contra la inflación".
"Esto se hace con un trabajo planificado, tomando medidas como las mejoras en Ganancias y paritarias", agregó.
Al respecto, el titular del Palacio de Hacienda dijo días atrás que el objetivo de la actualización del tributo es “garantizar que los trabajadores no pierdan lo que ganan en horas extra o por producto de la paritaria por el impuesto”.
- A fines de 2019 el total de retenidos en el impuesto a las ganancias era de 2,3 millones y representaba el 25,6% del total de empleados en relación de dependencia.
En abril 2021, se votó una ley de alivio fiscal para los trabajadores y jubilados que permitió que 1,5 millones de contribuyentes dejen de pagar el Impuesto (lo que implicó que menos del 10% del total tribute).
Asimismo, se incorporó, entre otros beneficios, una deducción adicional para las remuneraciones que daba un piso a partir del cual se comenzaba a pagar el impuesto a las Ganancias. El piso era de $150.000 en el momento que se sancionó dicha ley.
