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En 2021, la economía recuperaría apenas la mitad de lo perdido en 2020

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07 junio de 2021

La recuperación de la economía para este año presenta algunas ventajas y algunos desafíos. En principio, se observa un desempeño aceptable, aunque hacia adentro con cierta heterogeneidad, en las actividades vinculadas a los bienes como construcción e industria. Los servicios, en cambio, están más complicados. Por otro lado, el consumo interno no mejora, producto de una inflación que hace tiempo desgasta el poder adquisitivo de los salarios.

Además de la pandemia, estos ítems tendrán una gran influencia en cuál será el crecimiento del PIB para 2021 y cuánto se recuperará de lo perdido en un 2020 trágico (-9,9%).

Si el crecimiento se acerca más al 5% o al 7% dependerá de cómo evolucionen todos estos factores, lo que representa recuperar la mitad de lo perdido.

El último informe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (Fide) señaló que el impacto económico de las restricciones de finales de mayo serán acotados. “La ampliación de la ayuda económica y el hecho de que las restricciones de cuarentena estricta solo abarcaron tres días hábiles favorecen a que la recuperación continúe”, señala.

La estrategia adoptada por el Gobierno no es ningún secreto: restringir la movilidad de forma intermitente, afectando lo menos posible la recuperación, mientras avanza un plan de vacunación que alcanzó un ritmo más que importante en las últimas semanas.

Segunda ola

El primer trimestre del año resulta valioso para comprender cómo fue el despeño de la actividad en el comienzo del 2021. En un principio, el saldo resulta favorable pero las comparaciones a partir del segundo trimestre demandan cierta diferencia metodológica. Esto último tiene que ver con la casi nula base de comparación que dejaron abril, mayo y junio de 2020 en términos de actividad. Se hace necesario contrastar con 2019.

El indicador de consumo de electricidad reportado por Cammesa para el promedio de mayo 2021 indica un crecimiento del 47% para de la industria y del 54% para la construcción respecto a 2020. En comparación contra 2019, los números continuaron siendo muy favorables: el consumo de energía creció 13% para industria y 2,8% el de la construcción.

Por otro lado, el Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae), que mide Indec, correspondiente a marzo (último disponible) registró una suba del 11,5% interanual y del 2,2% para el primer trimestre. En comparación con 2019, el tercer mes de 2021 se ubicó 0,9% por debajo del mismo mes de ese año, “lo que parecía indicar que la economía estaría funcionando a un nivel muy similar al de prepandemia”, afirmaron desde Invecq.

En la misma línea, el uso de la capacidad instalada (UCI) también creció en marzo de 2021. Se ubicó en 64,5%, el nivel más alto desde 2018. Respecto a marzo de 2020, un mes parcialmente afectado por la pandemia, el uso de la capacidad instalada aumentó en 12,9 puntos porcentuales. En comparación con el tercer mes de 2019, la actividad creció 5,7 puntos.

En el caso de la construcción, se ve el mejor desempeño tanto en términos anuales como en la comparación frente a 2019. “Este rubro venía muy golpeado, incluso antes de la pandemia, debido al impacto de la crisis cambiaria de 2018 y 2019 y el parate de la obra pública”, explicó el trabajo de Fide.

Los datos del Indec que están disponibles corresponden a marzo, pero algunos indicadores adelantados pueden pintar un panorama de la construcción entre abril y mayo. La Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (Afcp) informó que la producción de cemento y clinker aumentó en abril 130% respecto a 2020, y 5,3% por encima respecto de ese mes de 2019.

Por su parte, el Indice Construya tuvo un crecimiento en mayo de 59% interanual, quedando 6% por encima del mismo período de 2019. Este índice mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos que fabrican las empresas que conforman el Grupo Construya (ladrillos cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, etcétera.).

Otro buen indicio fue que las viviendas escrituradas en CABA y en provincia de Buenos Aires también crecieron. Según informaron las asociaciones de escribanos de la Provincia de Buenos Aires para el mes de abril 2021, las viviendas escrituradas fueron un 25% más que en el mismo mes de 2019.

El Gobierno presta mucha atención a lo que sucede con este sector, ya que es un dinamizador de empleo sobre todo en los sectores de bajos ingresos.

Por eso, la obra pública también ganó importancia en el presupuesto, después de tres años de estancamiento. Según información sobre la ejecución presupuestaria del Estado Nacional, los gastos de capital crecieron 138% respecto a abril 2020 y 130% en relación a 2019. En términos reales, esto da cuenta de un crecimiento real para 2020 del 100% y del 16% respecto de 2019.

Consumo, recaudación y segunda ola

Más allá de buenos resultados y el carácter heterogéneo de la recuperación, el consumo privado aún no repunta. Este punto es, probablemente, el mayor desafío que tiene el Gobierno para un año en el que, además, hay elecciones. El consumo está determinado por la capacidad de compra de la población y, a su vez, el poder adquisitivo determina la demanda que genera (o no) un mayor nivel de actividad.

Además, llegó la segunda ola (con restricciones) y los datos parciales muestran que la recuperación se frenó. Para analizar el ciclo económico, los economistas deben hacer alguna artimañas como, por ejemplo, comparar con 2019.

La recaudación del mes de mayo de 2021, por ejemplo, creció 72% respecto al mismo mes del año pasado. Tal dato representa una suba en términos reales del 23% respecto a 2020.

"Sin embargo, los datos de la recaudación de abril y mayo mostraron un quiebre en la tendencia de recuperación que están adelantando datos negativos de actividad para estos meses. Ese proxy de actividad estaría indicando un detenimiento e incluso una reversión de la tendencia de recuperación económica en los últimos dos meses: la actividad estaría cayendo, otra vez", dijeron desde Invecq, comparando esos números con los de 2019.

"La recuperación no solo no continuó, sino que se habría revertido y la economía estaría transitando por estos días un nuevo ciclo de contracción económica", dijeron.

En esa línea, el indicador de consumo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) coincidió con una baja respecto a los dos años previos. Mientras que para mayo de 2021 el indicador registró un alza interanual del 40,8%, en la comparación con el mismo período de 2019 las ventas cayeron un 26,8%

El Gobierno esperaba que este año los salarios le ganen “algunos puntos a los precios”, algo que ayudaría a apuntalar la demanda interna. Sin embargo, todo indica que en 2021 el salario promedio caería en términos reales por cuarto año consecutivo.

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Las paritarias, aunque con el tiempo se fueron alejando, firmaron en torno al 32-35%. Los gremios ya advirtieron que harán valer las cláusulas de revisión firmada en los acuerdos mientras que los que no cerraron esperan hacerlo con un 4 adelante. Es que la inflación que proyectan las consultoras privadas no baja del 45%.

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Proyecciones

Para el director de LCG, Guido Lorenzo, mostrar números de crecimiento a partir de bases de comparación tan bajas es “tan sencillo como trivial”. “El crecimiento de la economía va a estar entre 4% y 6%. Alrededor de la mitad de lo perdido en 2020”, anticipó Lorenzo ante El Economista.

“El impacto es bastante generalizado y lo vemos en todos los rubros. Por eso el escenario no será el mejor en los próximos meses”, comentó el economista. “Sobre eso hay que montarle las restricciones a la movilidad y salarios que no logran recomponer poder adquisitivo. En parte dependerá de cómo evolucione la cuestión sanitaria, pero tampoco veíamos una fuerte recuperación en estos últimos meses”, completó Lorenzo. Así, la vacunación masiva es necesaria, pero no suficiente, para una recuperación robusta.

“Las expectativas de crecimiento de la Argentina para este año permiten proyectar que estará recuperando alrededor del 70% de la caída del 2021, que estará por debajo de la evolución de buena parte de los países del mundo y de la región”, proyectó el director de Invenómica, Pablo Besmedrisnik, ante El Economista. “Aún no terminamos de pasar la crisis sanitaria, no contamos con disponibilidad de crédito, los beneficios fiscales están enfocados en moderar el impacto social y sobre las empresas en crisis. No están dadas las condiciones para una recuperación rápida”, agregó.

“El principal desafío que tienen el Gobierno es dotar de normalidad a la economía. Eso significa fundamentalmente domar a la inflación y ahuyentar fantasmas de una eventual profundización de la crisis”, consideró Besmedrisnik.

Por su parte, el economista en jefe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso), Nicolás Pertierra, dijo ante El Economista que posiblemente la recuperación de 2021, “representará poco más de la mitad de lo perdido el año pasado”.

“La actividad mostró en el primer trimestre un crecimiento contra el período previo, pero por las restricciones y los contagios se puede esperar una caída en el segundo que ponga cierto freno a la recuperación”, destacó.

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