Tras conocer el dato de inflación de agosto (7%) y con las estimaciones privadas de la primera quincena de septiembre, se puede decir que no hay señales de que el aumento de precios se esté desacelerando.
El IPC Ecolatina para el Gran Buenos Aires mostró un crecimiento de 7,3% entre la primera quincena del mes y el mismo periodo de agosto, acelerándose un punto porcentual respecto al registro anterior.
Según la consultora, los capítulos con mayor evolución fueron indumentaria (+17,7%); equipo y mantenimiento del hogar (+8,4%) y vivienda y servicios básicos (+7,8%), impulsado por los aumentos en las tarifas de gas, y electricidad.
Por el contrario, las menores variaciones se vieron en atención médica y gastos para la salud (+1,8%).
Alimentos y bebidas se ubicó, al igual que en la comparación de la primera quincena de los últimos 4 meses, por debajo del nivel general (+6,4%). A su interior, se destacaron los aumentos en verduras (+15,7%), quesos (+11,2%), frutas (+10,8%), pan fresco (+10,4%), pescados y mariscos frescos y congelados (+10,3%) y fiambres, embutidos y conservas (+9,4%).
En cuanto a las categorías, regulados creció 7,3% (0,9 puntos porcentuales por encima de la primera quincena de agosto), impulsado por los aumentos en las tarifas de electricidad y gas, en taxis (+30%), y en cigarrillos (+10%).
Por su parte, estacionales anotó 17,7%, explicado por aumentos en transporte por turismo (14,3%) y los ya mencionados en frutas, verduras, y en indumentaria.
Por último, el IPC Core -que excluye regulados y estacionales- registró 5,8%, desacelerándose 1,3 puntos porcentuales respecto a la comparación entre la primera quincena de agosto y la primera de julio.
Por su parte, el IPC LCG arrojó que, en la segunda semana de septiembre, la suba de precios de los alimentos promedió 1,07%, desacelerándose 1,59 puntos porcentuales respecto la semana anterior.
“El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 7,2% promedio en las últimas 4 semanas y 7,4% punta a punta en el mismo periodo”, indicó la consultora.
Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, afirma que, a la tercera semana de septiembre, el índice de precios presenta una suba de 5,8%.
“Este valor indica que la inflación de septiembre se viene comportando de manera similar a lo que fue en agosto. Por lo tanto, si bien es una buena señal dado que no se perciba una aceleración, lo cierto es que permanece en niveles muy elevados y no hay indicios de que vaya a desacelerarse. Esto por supuesto es un fuerte deterioro de la capacidad de compra de nuestra moneda y, en consecuencia, del bolsillo de los hogares”, consideró.
Además, indicó que, en lo que va del mes, las mayores subas se encuentran en educación, debido a los incrementos de las cuotas de colegios privados, así como también vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles que tuvo un fuerte aumento por la quita de subsidios a la energía. También son destacables los aumentos en bebidas alcohólicas y tabaco, así como en restaurantes y hoteles.
Por otro lado, Camilo Tiscornia de C&T preve que la inflación de septiembre este algo por encima del 6% como resultado de fuertes subas en electricidad y gas, prepagas, ropa, expensas, alimentos y bebidas.
En lo que respecta a la inflación anual, Econviews espera que se ubique en torno al 100%.
Por su parte, la consultora EcoGo indica que el año cerrará con una inflación acumulada del 99,6%, el valor más alto en tres décadas.
¿Qué se espera?
“Prevemos que el índice no se desacelere significativamente en la segunda parte del mes, por lo que el mismo registrará una variación en la zona del 7% en septiembre, acumulando 66% en los primeros 9 meses del año. De todos modos, la mayor incidencia de los aumentos de tarifas en el Gran Buenos Aires podría generar alguna discrepancia respecto a la medición nacional, que podría ubicarse algo por debajo”, consideró Ecolatina.
La consultora señaló que, en cualquier caso, el piso queda muy alto de cara al último trimestre del año ya que no existiría un ancla que estabilice las expectativas en un contexto de elevada inercia y una devaluación progresiva de la moneda controlada por el Banco Central (crawling peg) que no se queda muy atrás, aportando una mayor persistencia del fenómeno inflacionario.
“En consecuencia, esperamos que la inflación se acerque al 100% al cierre del año”, concluyó.
