Golpeada por dificultades comerciales con Argentina, la fábrica autopartista uruguaya Fanacif, con 140 empleados, comunicó esta semana el cierre de su operación industrial.
Esta industria es propiedad desde 2017 de la brasileña Frasle Mobility. En un comunicado, el accionista explicó que la decisión "responde a una definición estratégica de la compañía", que transferirá la producción de componentes para sistemas de frenos que se realizaba en la filial uruguaya a las plantas de la compañía en Brasil, consignó en su edición de esta semana la revista Búsqueda de Montevideo.
Según la publicación, en las últimas horas la decisión fue transmitida a los trabajadores, al Ministerio de Trabajo, a las gremiales empresariales y al mercado en general. Es posible que Fanacif continúe con la marca en el Uruguay a través de una operación comercial, como importadora, para abastecer al mercado local, aunque sería muy reducida.
Las deudas comerciales que hace más de un año mantenían con Fanacif los clientes de Argentina —el principal mercado de esta fábrica de materiales de fricción (frenos)— y las crecientes obligaciones financieras que había tenido que asumir en consecuencia fueron determinantes para cesar la producción local, según las fuentes citadas por Búsqueda. Agregaron que las nuevas ventas al mercado argentino a plazos de 60 días o más —ya con Javier Milei como presidente— no favorecían la recuperación del flujo de caja de la empresa.
Fanacif había incrementado sus exportaciones en los años recientes y en 2023 totalizaron US$ 14,2 millones. El 93% tuvo como destino el mercado argentino.
A principios de abril la fábrica envió a todo su personal al régimen de cesantía temporal, deteniendo la producción. El gremio metalúrgico oriental estaba expectante de una posible solución a la crisis, que no llegó.
- Frasle Mobility aseguró que "cumplirá con todas las obligaciones contraídas con empresas proveedoras y clientes", con "especial atención a los trabajadores".
