En medio del terremoto financiero que se vive con el dólar en Argentina en estos días difíciles también para la política, es precisamente la divisa americana la que se convierte en la protagonista esencial de un sector tan pintoresco como el del juego y las apuestas. Un mercado que por el lado del negocio físico viene recuperando sus cifras anteriores a la pandemia de la covid-19, pero que por la parte del comercio online no hace más que crecer como la espuma.
Cada país lo gestiona a su manera según las políticas de sus gobiernos y la popularidad de este modelo de entretenimiento entre la población. Sin embargo, nadie parece tener la fórmula mágica para terminar de sacarle todo el jugo financiero posible. Primero fue Las Vegas en Estados Unidos con una red de casinos físicos que asombró al mundo, luego vino Atlantic City como segunda ciudad-casino y después se expandió a países vecinos y no tan vecinos. Todos querían tener su "villa del pecado" particular. Desde China hasta Rusia, pasando por Latinoamérica.
Y todos, de una u otra manera, han logrado desarrollar su idea. Solo que una vez desarrollada, mantenerla no es nada sencillo. Entre otras cosas porque necesitas de un apoyo total del ejecutivo de turno para convencerle de ir abriendo poco a poco la mano con el juego. Y estas medidas suelen ser impopulares. Por tanto, ¿quién es quién ahora en esta industria del entretenimiento? Recopilamos las últimas cifras y comparamos tendencias.
Estados Unidos, el presente
Estados Unidos es el país más firme en lo que respecta a toda clase de juegos. Un informe de la American Gaming Association en relación al desempeño durante el año 2022 revela que la industria recupera sus números pre pandemia e incluso los bate registrando nuevos récords. Son casi 330.000 millones de dólares los que generan los casinos físicos del país cada año y el aumento del 14% en el impacto económico en el último curso indica que en territorio americano van por buen camino.
En total son 34 los estados que permiten la existencia de casinos comerciales y 29 los que poseen casinos tribales, lo que quiere decir que las cifras no implican a todos los departamentos del país. En el juego online apenas son 20 estados los que han legalizado las apuestas a través de internet y aun así son más de 6.000 millones los recaudados en apps de juegos de este tipo. Estados Unidos es también la región donde más se ingresa por casinos en línea.
Los números no dan lugar a debate y las asociaciones de ocio estadounidenses sacan pecho con respecto a otros países con los que pueden compararse, de los que no solo se están llevando jugadores, sino también empresas.
Macao, ¿el pasado?
Precisamente esos jugadores que está logrando captar Estados Unidos pueden provenir directamente desde Las Vegas china, que no es otra que Macao. Antes del coronavirus, las acciones de grandes marcas como MGM, Wynn o Sands eran hasta un 18% más rentables en las filiales asiáticas que en las empresas matriz de América. Después de la emergencia sanitaria, nada ha sido lo mismo y los números se han dado la vuelta por completo. Incluso Wynn ha tenido que buscar desarrollo en Emiratos para paliar los efectos de la caída de Macao.
El gobierno de Hong Kong se ha cansado de una situación apenas favorable y nada rentable para la ciudad, hasta el punto que ha comenzado a exigir a los conglomerados del juego que busquen formas alternativas de atraer clientes a sus grandes resort de lujo. Las factorías se han visto obligadas a invertir mucho dinero en los negocios paralelos que hasta ahora servían como envoltorio para sus casinos. Pero les está costando sacar rendimiento y pagar los altos gravámenes que les exige la administración.
Se prevé que la caída siga su curso y que esta vez el negocio online no pueda contener el golpe, salvo cambio de última hora. Entre otras cosas porque los países chinos no son precisamente los más abiertos a esta alternativa de ocio en la red.
América Latina, el futuro
Los países de Latinoamérica se sitúan a la expectativa de estos cambios que se vienen dando en el segmento del juego. Es cierto que la consultora Fortune Business Insights no introduce en sus análisis para el mercado hasta el año 2028 a ningún territorio del continente en el top10 de países con más beneficios en juegos de azar. No obstante, en los informes sí se destaca un gran crecimiento en especial en países como México, Colombia, Argentina o Chile, y en especial en igaming.
La influencia de Estados Unidos se deja ver en comarcas como las de Chile o Perú, que cuentan con centros físicos asentados, pero por ahora no pueden darles ese soporte online tan fundamental para promover su desarrollo masivo. El novedoso mercado de Argentina en juego en línea es el que viene pisando fuerte tras asentarse a nivel regulatorio en prácticamente la mitad de las provincias del territorio. Además está permitiendo a muchos casinos físicos obtener licencias para continuar expandiendo su oferta en la red.
Y curioso es el caso de México, donde no existe una ley del juego específica para las apuestas a través de internet, pero que muestra unos ingresos considerables de más de US$ 500 millones en los últimos años. La próxima Vegas de éxito mundial podría nacer en el continente sudamericano, pues los cimientos necesarios para ello se van dejando ver según se queman etapas.
