Uno de los grandes cambios encubiertos que generó la pandemia fue el colapso de algunos paradigmas o reglas de uso que imperaban hasta 2019. En muchos sectores industriales, la innovación tecnológica ya se está produciendo a un ritmo más rápido que en cualquier otro momento de la humanidad. El salto disruptivo producido por el virus en el funcionamiento mundial ha gestado cambios profundos en los modos de hacer que modificarán la realidad estrepitosamente en los próximos 20 años.
La manera de encontrar inversiones de este tipo no es buscar empresas que sean sólo grandes y conocidas, sino más bien observar aquellas que intentan cambiar permanentemente. Es decir, prestarle atención a aquellas que estén queriendo hacer algún cambio (sea un proceso productivo, una nueva utilización de materia prima, etcétera). Las empresas que están permanentemente cambiando no son muchas, sino alrededor del 1% del mercado mundial pero, atención, son las que en determinado momento generarán la mayor ganancia en los mercados.
Distinguirlas es bastante sencillo, siempre están haciendo cosas nuevas (y normalmente raras en comparación a lo que normalmente se dedican), y su impronta se ve en sus decisiones de inversión. Y sobre todo en cómo adoptan nuevas tecnologías. Lo importante en este punto no es tratar de entender el por qué estas empresas están haciendo lo que están haciendo. Por un lado, deberíamos saber lo mismo que sus directivos y, por el otro, tener en cuenta que los resultados económicos de estas innovaciones nunca son lineales. Normalmente suelen dar resultados bastante tiempo después de su incorporación.
Así, no es la empresa “tal” o “cual” la que se debe buscar como un Santo Grial, sino más bien hay que enfocarse en qué empresa está incursionando en tecnologías disruptivas según el sector en el que se desempeñe (pueden ser nuevos productos, nuevos procesos o nuevas formas de hacer).
Son muchas las áreas donde uno puede prestar atención. Sin embargo, hay cuatro que podrían tener un impacto especialmente poderoso en distintos sectores industriales, en la economía global y en la sociedad.
Moonshot 1. Baterias “Nextgen”
Se apretó el acelerador mundial en lo que respecta a la reducción de carbono, con lo cual todas las energías alternativas tienen prioridad. En este sentido, las baterías “Nextgen” con mayor capacidad de almacenar energía y recargarse más rápido, están siendo la clave para la revolución de las tecnologías limpias. Ya es un hecho, a pesar de que los vehículos eléctricos representan el 4% de las ventas de automóviles, esta demanda significó el 60% de las baterías de iones en el 2020. Si bien el mercado es pequeño, como se sabe habrá un crecimiento en la demanda de esta unidad de energía. Se está explorando el reemplazo de electrolito líquido con alternativas sólidas, haciendo que sean mucho más potentes. Si esto resulta viable, se estima que el mercado de las mismas podría crecer hasta el 1.500% para el 2030.
Moonshot 2: Inmortalidad
La pandemia también ha puesto en marcha el sector de la salud, no sólo por temas del Covid-19, sino también en temas de franca innovación, como por ejemplo el envejecimiento, al que no se lo consideraba una enfermedad tratable y que ahora está cambiando. Aquí la biogerontología está haciendo bastantes avances en el rejuvenecimiento de tejidos, terapia genética, medicina regenerativa, etcétera. Esto eventualmente permitirá tener una mayor esperanza de vida, es decir llevar adelante una vida muy longeva. En este sentido, hay empresas de bioingeniería que creen que para el 2029 se podrían estar eliminando el 50% de las afecciones médicamente prevenibles.
Moonshot 3: Hologramas
No es casualidad que Mark Zuckerberg esté hablando de “Metaverso”. Conocíamos los hologramas, pero ahora hay nuevas tecnologías que hacen posible transformar el espacio físico en una pantalla de 3D, y se están explorando varias aplicaciones en múltiples sectores. En breve, los empleados llamarán a sus colegas de trabajo, socios comerciales y clientes para reunirse así con estas herramientas en un espacio compartido. No sólo eso: dichas tecnologías se podrán aplicar a distintos sectores, como por ejemplo el de la medicina en dónde sin tener que cortar un cuerpo vivo, el médico podría examinar órganos vitales en funcionamiento.
Moonshot 4: 6G
La 5G no se termina de lanzar y ya está quedando obsoleta. La frecuencia 6G será la sucesora en la transmisión de datos móviles. Si bien la línea de tiempo para las tecnologías de este tipo es de 10 años aquí también la pandemia sembró una huella mnémica futura, la que nos dice que el uso de datos ha aumentado exponencialmente y le acortará la vida útil mucho antes de que termine esta década. El 6G ofrecerá velocidades 50 veces más rápidas que el 5G, pero particularmente tendrá la capacidad de vincular literalmente todas las aplicaciones existentes y éstas hablarían entre sí sin interfaz o permiso de los usuarios. En este punto, la conducción autónoma sería moneda corriente, el aprendizaje automático integrado a la inteligencia artificial también, y claramente estaríamos literalmente en una Matrix.
