Por Pablo Giuliano Corresponsal de Télam
Mientras que Alberto Fernández viaja a Brasil para conversar sobre la situación económica con su par Luiz Inácio Lula da Silva, la ciudad de Brasilia -donde se encuentra el Poder Legislativo- se encuentra políticamente convulsionada por la tratativa de la ley que busca combatir las fake news en las redes sociales.
El Gobierno del líder del Partido de los Trabajadores (PT) ha denunciado junto a la fiscalía brasileña prácticas abusivas de Google por direccionar las búsquedas hacia noticias negativas sobre el proyecto que debe ser votado esta semana en el Congreso.
El mismo tramita en el Parlamente desde 2020 y prevé endurecer el control hacia las redes sociales y ampliar la lista de contenidos que deben ser eliminados antes del dictamen judicial.
"La regulación es la exigencia de nuestro tiempo", dijo hoy el ministro de Justicia, Flavio Dino, quien anunció una investigación sobre una posible práctica abusiva de Google contra el proyecto de ley que establece reglas para combatir las noticias falsas. En esa línea, añadió: "Las empresas intentan censurar el debate".
"Hoy la propia plataforma de Google está usando su estructura para hacer medios en contra de la PL2630. Hay reportes de personas que han intentado publicar contenido en contra de la acción que están tomando y no lo están logrando. Lo que está enfrentando Brasil es muy grave. El equipo de la Secretaría del Consumidor ya se movilizó y mañana por la mañana vamos a abrir un proceso administrativo contra las plataformas por abuso", escribió el ministro de la Secretaría de Comunicación Social, Paulo Pimenta.
El paisaje de Brasilia apareció esta mañana en pie de apoyo a favor del proyecto, que es resistido por las redes con oficinas en Brasil como Google, Meta (WhatsApp, Instagram y Facebook), Twitter y TikTok: la entidad no gubernamental Avaaz puso mochilas frente al Congreso Nacional simbolizando los 35 niños y adolescentes fallecidos desde 2012 por ataques en escuelas.
La oposición no bolsonarista había adherido al proyecto comandado por el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, del opositor Partido Progresista, así como la cadena Globo, el diario Folha de Sao Paulo y el oficialismo. La oposición bolsonarista y las multinacionales de las redes sociales, en tanto, denunciaron que habrá censura con el proyecto y que beneficia a la llamada prensa tradicional.
El bolsonarismo logró que el bloque evangélico se levantara en contra del proyecto de ley que tuvo un trámite urgente luego de la masacre de cuatro niños en un jardín de infantes de Blumenau, estado de Santa Catarina, el mes pasado.
Más de 300 adolescentes y jóvenes fueron detenidos por la Policía Federal a raíz de amenazas o ataques perpetrados en escuelas.
Redes sociales como Discord, donde se detectó información de neonazis planificando ataques a escuelas, no serán afectadas por la ley debido a su bajo público registrado, apuntan los críticos al proyecto.
