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Por Julieta Andrade
La inteligencia artificial (IA) está cada vez más involucrada en los procesos creativos y laborales de las personas, y la industria del cine no es la excepción. La huelga de actores y guionistas en Hollywood sentó un precedente que abrió un debate fundamental: cómo utilizar la inteligencia artificial en las obras audiovisuales y de qué manera puede regularse para que sea beneficiosa para el ser humano.
Desde finales de la década pasada, las grandes plataformas de streaming como Netflix o Amazon Prime Video comenzaron a seguir las sugerencias de sus algoritmos para decidir qué géneros o tramas producir según los datos de consumo que recibía de parte de su público.
Con el transcurso del tiempo, la inteligencia artificial ha extendido su aplicación con mayor frecuencia, involucrándose en diversas etapas que van desde la gestación de la idea hasta su desarrollo y ejecución, lo que resulta un ahorro significativo tanto de tiempo como de recursos económicos.
Por ejemplo, durante la fase de preproducción hay programas que ayudan a planificar el rodaje buscando las localizaciones e incluso eligiendo a los actores para el casting. Inclusive durante la postproducción hay programas que ayudan a realizar la promoción de los trailers, la edición y los efectos especiales.
Esto se puede ver en diversas películas como la secuencia de títulos en la última película de Marvel "Invasión Secreta" que fue hecha con inteligencia artificial; o para rejuvenecer actores como es el caso de Harrison Ford durante la primera parte de "Indiana Jones y el dial del destino" o algunas escenas de "El Irlandés" con Al Pacino y Robert de Niro.
Asimismo, ciertas plataformas, como el Chat GPT, una aplicación de chatbot de inteligencia artificial lanzada en 2022, tienen la capacidad de generar guiones, aunque en muchas ocasiones carecen de la profundidad y el toque humorístico que solo pueden aportar las personas. En cuanto a su implementación en nuestro país, Emmanuel Iarussi, profesor e investigador Adjunto en Conicet, afirma que aunque cada vez son más los servicios esenciales y sistemas de recomendación en plataformas que utilizan la IA "los 'grandes modelos de lenguaje', como Chat GPT o LLAMA, todavía no tienen un uso tan extendido, pero eso seguramente cambie muy pronto".
Estas fueron algunas de las razones por las que el Writers Guild of America (WGA) comenzó a principios de mayo una huelga -que finalizó en septiembre y estuvo a dos semanas de convertirse en la más larga del gremio- para debatir, entre otras cuestiones, la regulación del uso de la inteligencia artificial. Finalmente el sindicato determinó que los guionistas pueden utilizar la IA en caso de tener el consentimiento de la empresa (que a su vez no los puede obligar a que utilicen esta herramienta) mientras que se sigan las políticas correspondientes. Por otro lado, todo material generado por esta herramienta no podrá considerarse material fuente, lo que significa que los guionistas son los únicos que recibirán créditos por su trabajo.
La actual situación nos obliga a hacernos las siguientes preguntas: ¿Peligra la creatividad? ¿Qué se puede esperar a futuro de la inteligencia artificial? "La clave para pensar una inteligencia artificial beneficiosa para el ser humano es que debe ser pensada desde un punto de vista de progreso de la humanidad y no solo de si es redituable para quienes la crean", opina Mariano Quiroga, periodista de ciencia y tecnología, Social Media Manager y Director de Multiviral, que además asegura que "hay una gran reconfiguración acerca de la manera en la cual se va a empezar a pensar la creatividad. La inteligencia artificial no crea nada nuevo, sino que copia lo que ya hicieron los seres humanos. Desde ese lugar, creo yo que la creatividad, la manera de pensar el arte y todo lo que tiene que ver con la creación de subjetividades, todavía sigue siendo un gran privilegio que tenemos las personas".
Aunque en Argentina recién están comenzando los primeros debates acerca de su implementación, hay una gran preocupación por parte de los profesionales de la industria por el impacto que puede llegar a tener en su trabajo, sumado a la crisis económica que golpea a nuestro país: "Estas nuevas habilidades digitales también implican una cuestión de precarización laboral incluso en sectores vinculados a la tecnología. La discusión que nos debemos es cómo las personas van a lograr incorporar estas herramientas y de qué manera se van a insertar en el trabajo y en el mercado laboral. Acá radica la importancia del Estado que debe garantizar que todo tipo de trabajo relacionado a la tecnología esté bien remunerado y que no sea una cuestión de libre mercado o de competencias", sostiene Quiroga.
La inteligencia artificial llegó para quedarse. Aunque por el momento su función es menor y todavía no logra realizar todas las tareas que hacen las personas, solo nos queda esperar al futuro para saber cómo seguirá evolucionando y qué impacto real tendrá en la industria.
