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La industria del langostino, al límite

Las plantas de frío que tiene cada empresa pesquera están al borde de su capacidad de almacenaje.

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11 agosto de 2021

Los exportadores que operan desde los muelles de Puerto Madryn advirtieron que la disminución del tráfico marítimo por la pandemia de coronavirus y la falta de contenedores "reefer" ponen al límite a la industria del langostino, que no puede despachar la producción.

El despachante de aduana Fernando Terraza, quien trabaja en una de las compañías dedicadas a la exportación, recordó que "el problema se nota más en los puertos patagónicos que quedan más alejados de las rutas marítimas, y los arribos que antes era de un barco por semana ahora es de uno por mes".

Los especialistas consultados coinciden que el problema no es sólo de los puertos patagónicos, pero se notan más en estas latitudes porque compiten con otros productos exportables que por volumen demandan más contenedores, por ejemplo en el caso de la industria cítrica del norte argentino.

En Puerto Madryn se trabaja con dos tipos de contenedores: los que transportan en seco y no necesitan frío, y los "reefer" que son los refrigerados donde se exportan los apreciados langostinos patagónicos.

"Sobre estos hay problemas porque no hay un stock suficiente y no hay un tráfico marítimo tan fluido como para que exista una reposición de los contenedores", explicó Terraza.

Lo ideal es que los barcos portacontenedores dejen los "reefer" vacíos cuando arriben y se lleven los llenos con mercadería, en este caso langostinos, en una rotación virtuosa.

A esto hay que agregar que la campaña de langostino, que está a poco más de un mes de finalizar, ha sido exitosa en materia de capturas, por lo que las plantas de frío que tiene cada empresa pesquera están al borde de su capacidad de almacenaje.

El empresario de Puerto Madryn Héctor Castro, vinculado con la Cámara de Comercio, aseguró que "el tema es delicado en el país y más aún en nuestra ciudad donde están las exportaciones de pescado en general y de langostino en particular".

Los restantes productos exportables -sobre todo aluminio y lana- no demandan contenedores "reefer", por lo que no se ven afectados por la crisis.

La otra terminal portuaria que está afectada en el mismo grado es la de Puerto Deseado, sobre el norte santacruceño.

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