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Vidal cayó por amplio margen ante Kicillof

12 agosto de 2019

Axel Kicillof se impuso a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, en una elección de alto impacto en el territorio clave del país. El candidato del Frente de Todos alcanzaba, con el 81% de las mesas escrutadas, el 49,19% de los votos, mientras que la gobernadora llegaba al 32,74%. Los datos comenzaron a difundirse después de las 22.30, en línea con la demora en los datos oficiales a nivel nacional y en la Capital Federal.

La diferencia, de casi 17 puntos porcentuales a favor del candidato del peronismo, estaba fuera de todo cálculo en cualquier análisis previo. Con los datos escrutados al cierre de esta edición, la tendencia se confirmaba.

El candidato del Frente de Todos hizo la diferencia en el conurbano bonaerense pero también sorprendía con victorias en el interior del territorio provincial, donde Cambiemos es fuerte pero los números ayer le fueron totalmente adversos.

  

En la tercera sección, Kicillof arrasaba, con diferencias sobre Vidal de 41 puntos en La Matanza, 34 en Almirante Brown, 33 en Lomas de Zamora y 23 en Quilmes. Su ventaja era considerable, aunque menor, en la primera sección donde, por citar solo algunos ejemplos, se imponía por 17 puntos en Tigre, por 16 en Ituzaingó, por 15 en San Martín y por 14 en Tres de Febrero.

Con el 81% de las mesas escrutadas, Kicillof llegaba a un 49,19% de los votos, y la gobernadora alcanzaba al 32,74%.

Varias sorpresas se dieron en el interior provincial, región en la que Vidal tenía fundadas esperanzas, sobre todo por el apoyo del sector rural a Cambiemos. Kicillof la vencía por 7 puntos en San Nicolás, por 6 en Tres Arroyos y Chacabuco, y por 2 en Junín. La gobernadora se imponía en Bahía Blanca (11% más que Kicillof), La Plata (7% a su favor) y Mar del Plata (3% de ventaja), así como en distritos pequeños del interior en los que sí logró mantener la supremacía esperada en los cálculos previos.

Al cierre de esta edición, la mandataria bonaerense no se había pronunciado en el búnker de Juntos por el Cambio. Por la mañana, Vidal compartió un desayuno en su casa con referentes de su espacio. Por la noche, Mauricio Macri y Elisa Carrió hablaron con los resultados puestos, pero no la gobernadora, que acompañó a Macri en el escenario y en la conferencia de prensa que brindó para reconocer la dura derrota. El gesto adusto en su rostro fue elocuente.

El tercer lugar lo ocupaba Eduardo “Bali” Bucca, de Consenso Federal, con un lejano 5,75%. La lista la completaban, en orden descendente, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que postulaba a Christian Castillo; el Frente NOS, con Gustavo Álvarez como candidato; el Frente Patriota (Leonardo Bariani); el Partido Dignidad Popular (Santiago Cúneo) y Movimiento Organización Democrática (María Macaione).

Antecedente bonaerense

La apuesta de Vidal, con los resultados puestos, será la de lograr una recuperación heroica de su performance, en línea con lo que sucedió en 2015, cuando accedió a la gobernación bonaerense. En las PASO de 2015, su boleta quedó segunda a más de diez puntos del, por entonces, Frente para la Victoria, que tenía dos listas (Aníbal Fernández y Julián Domínguez). En ese turno electoral, la gobernadora logró 29,9%, contra el 40,4% que reunió el FPV con sus dos precandidatos.

La recuperación de la boleta de la gobernadora en las generales de 2015 tuvo que ver con un fuerte corte de boleta que le permitió dar vuelta los resultados e imponerse sobre Aníbal Fernández. El resultado en las generales de 2015 fue favorable a Vidal por más de 4 puntos (39,4% contra 35,2% que logró Fernández). Hace cuatro años, la mandataria bonaerense sumó a su cosecha de las PASO 1.160.234 votos y se quedó con una victoria resonante. Sin embargo el escenario actual, con 17 puntos por descontar, es mucho más complejo para Vidal que hace cuatro años, cuando además no contaba con el peso que le significa hoy la boleta de Macri.

Vidal obtuvo en las PASO de ayer solo un 2% más de votos que Macri, mientras que la boleta de Kicillof estuvo un punto y medio por debajo de la de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Kicillof necesita poco para consagrarse como el nuevo gobernador. La provincia definirá su gobierno en octubre, sin segunda vuelta. El candidato kirchnerista solo debe administrar la victoria que logró ayer y confiar en el respaldo de los intendentes peronistas.

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