El Economista - 70 años
Versión digital

mar 23 Abr

BUE 21°C

Sigue el escándalo del hackeo masivo a la Policía Federal: 700GB de datos filtrados

15 agosto de 2019

En medio del caos financiero que vive por estos días el país, poco se está hablando de un hecho gravísimo para la seguridad nacional ocurrido justo un día después de las elecciones primarias. La filtración masiva de documentos con información crítica de la Policía Federal, calculados en 700GB puestos a disposición de cualquiera en la Deep Web.

El hacker identificado como LaGorraLeaks2.0, que se atribuye el hackeo de los sistemas de la Federal, publicó en las últimas horas un

documento con información personal sobre Luis Chocobar, el agente de la Policía Local de Avellaneda que mató a balazos a un ladrón en el barrio porteño de La Boca y que recibió el respaldo del gobierno nacional.

El documento filtrado es una ficha laboral en la que junto con datos personales del agente (fecha de nacimiento y domicilio) se detallan sus intentos por sumarse a la Policía Federal. Ese documento fue publicado ayer y es uno de los tantos que desde el pasado lunes una persona que se identifica como "LaGorraLeaks2.0" ventila a través de un grupo abierto de Telegram.

El documento sobre Chocobar se suma a una serie de datos reservados de la Policía Federal y de la Policía de la Ciudad ya publicados por

"LaGorraLeaks2.0", quien se adjudicó además el hackeo de la cuenta de Twitter de la Prefectura Naval.

La información filtrada abarca alrededor de 700GB de audios con escuchas telefónicas y una base de datos con 200.000 PDFs que contienen información personal de agentes policiales (nombre y apellido, DNI, teléfono fijo y móvil, estado civil, edad, mail, domicilio, dependencia, cargo, situación de actividad y número de legajo).

Las cientos de fichas personales de oficiales jerárquicos y medios, incluían entre otras la del jefe de la Federal, Néstor Roncaglia y la de la subjefe, Ester Mabel Franco.

Pero también data de denuncias en casos muy graves de narcotráfico, exponiendo de esta forma información sensible de denunciantes, víctimas y testigos.

También, según constató Télam, están publicados los legajos en sí, y en ellos puede leerse además de los datos personales información detallada sobre familiares de los agentes (como nombre, apellido y DNI), los destinos a los que fueron asignados a lo largo de sus carreras, las sanciones disciplinarias que tuvieron, sus especializaciones y cursos, sumarios, cargas judiciales y embargos, entre otros datos.

El caso fue remitido ayer a la justicia federal porteña desde el fuero Criminal de la Ciudad de Buenos Aires, y el juez federal Luis Rodríguez ordenó una serie de medidas “técnicas y de campo” con el objetivo de intentar individualizar a los responsables de la intrusión informática.

“El suceso investigado involucraría el ingreso a las bases de datos de la Policía Federal Argentina, utilizando correos de internet apócrifos. Nos hallamos ante la obtención de información sensible que dispone la Policía Federal y que podría comprometer el ejercicio de su función”, informó a Télam una fuente judicial con acceso a la pesquisa.

Al parecer creen que todo empezó con un engaño muy común en el mundo informático denominado "phishing". Confirmaron que hace poco más de un mes, en cuatro áreas de la Policía Federal (Drogas Peligrosas, Testigos Protegidos, Interior y Bienestar) se recibió un mismo mail falso.

En ese texto se informaba que los policías debían actualizar sus datos personales y claves. Si no lo hacían, advertía el mail, no podrían cobrar su sueldo a fin de mes.

En cuanto a los motivos del hacker, este martes algunos recordaban que hace apenas un mes Roncaglia descabezó el área de Cibercrimen.

Hackeo a Bullrich

El mismo hacker que atacó los archivos de la Policía Federal filtró una foto de Patricia Bullrich que tenía la apariencia de haber sido tomada con la cámara web de la ministra de Seguridad.

Fue a través de un grupo de abierto Telegram con casi 500 miembros que habría formado el autor del ataque. "Te estamos observando", escribieron bajo la fotografía de la funcionaria junto a un emoji de una cara sonriente. En cuestión de minutos, la imagen comenzó a circular por las redes sociales y fue la propia Bullrich quien confirmó la veracidad de la misma.

En diálogo con TN, la ministra contó que se trata de una fotografía que fue tomada hace cuatro años con un celular y que posteriormente fue publicada en una carpeta de acceso público de Google que también contiene imágenes de la campaña de Cambiemos.

En esta nota

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés