Nuevas estrategias

Menos ideología y más federalismo en el Congreso de la Nación

La Libertad Avanza ganó socios permanentes en el Congreso y, al mismo tiempo, perdió contacto con los bloques dialoguistas
El Congreso Nacional.
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Con la sanción de la Ley Bases y el Paquete Fiscal, el presidente Javier Milei tendría las herramientas para alcanzar los objetivos propuestos por su espacio. En aquellas negociaciones, el oficialismo tuvo que ceder parte del contenido de los proyectos originales a cambio de las voluntades positivas de los senadores necesarios para avanzar en su aprobación. 

La Casa Rosada había argumentado que "la casta" obstaculizaba las reformas que el oficialismo considera necesarias. Pero la oposición dio vuelta ese discurso al aprobar sus proyectos y sostiene que Milei ya no tiene "excusas" para comenzar a mostrar los resultados que la sociedad demanda.

Ahora, el Congreso atraviesa un proceso de renovación de estrategias en el que La Libertad Avanza ganó socios permanentes, al tiempo que perdió cierto diálogo con los bloques que, en su momento, fueron denominados "dialoguistas". 

Priorización de agenda

Una vez que el oficialismo consiguió los instrumentos que reclamaba, los bloques que entonces colaboraron con el Gobierno decidieron endurecer su postura y priorizar, en este momento, su propia agenda.

Uno de los espacios que decidió marcar distancia es Encuentro Federal, liderado por Miguel Ángel Pichetto. En las dos últimas sesiones, sus diputados decidieron no bajar al recinto a fin de complicar el quórum y mostrar su peso en la Cámara. Las 16 ausencias impidieron el inicio de la sesión del miércoles 7, pero no imposibilitó la del miércoles 14. 

Sucede que, minutos antes del encuentro, La Libertad Avanza decidió incorporar al temario el proyecto de ley de Financiamiento de Universidades Nacionales, reclamado por el radicalismo para sumarse al quórum. 

Gracias a ese diálogo previo, el bloque de la Unión Cívica Radical bajó casi en su totalidad. Solo faltaron Juan Carlos Polini, Facundo Manes y Pablo Juliano. 

Eso complicaría el desempeño de La Libertad Avanza en la Cámara Baja. Sucede que con 38 diputados, el apoyo de los espacios dialoguistas fue imprescindible para permitir el avance de sus proyectos. 

Ahora que ese respaldo está condicionado, y ya no se puede acusar la obstaculización del Congreso a la gestión del Gobierno, el oficialismo deberá hacer mayores esfuerzos y profundizar las negociaciones para conquistar voluntades positivas entre esos bloques. 

Socios federales

Pero, por otro lado, La Libertad Avanza consiguió nuevos socios permanentes: algunos de ellos se acercaron desde la firma del Pacto de Mayo. 

A fines de enero, el tucumano Osvaldo Jaldo permitió que sus diputados rompieran con Unión por la Patria y formaran su propia bancada, que brindó apoyo a los proyectos del Ejecutivo. Ahora, el catamarqueño Raúl Jalil, no descarta hacer lo mismo. 

Durante el debate de las iniciativas del Gobierno, los diputados que representan a la provincia de Catamarca permanecieron en el bloque liderado por Germán Martínez, pero colaboraron con sus tres votos y una abstención para aprobar la reversión del impuesto a las Ganancias.

Así, Jalil se sigue diferenciando del peronismo y se acerca cada vez más a La Libertad Avanza. Se trata de un paso más en las divisiones internas que comienzan a vislumbrarse en el bloque peronista, y que surge de la intención de los gobernadores de buscar mayor libertad de acción en el Congreso para negociar en mejores términos con la Casa Rosada.  

Músculo para negociar

Un escenario similar se da en la Cámara Alta, donde el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, retomó las conversaciones con otros gobernadores y legisladores para crear un nuevo bloque en el Senado. 

El nuevo bloque se llamaría Provincias Unidas, y estaría conformado por los senadores que responden a los gobernadores de Chubut, Córdoba, Neuquén, Río Negro, y Catamarca. Además, podrían sumarse los legisladores de Misiones.  

La intención del nuevo bloque sería dar gobernabilidad al Presidente, pero también ganar músculo en las negociaciones con la Casa Rosada. 

De esa manera, lo que se vislumbra en el Congreso es la debilitación del componente ideológico a la hora de definir una postura y, por el contrario, la priorización de los intereses sectoriales en las conversaciones con el Gobierno.