El ministro de Economía, Sergio Massa, hace equilibrio y busca exhibir muñeca política en un contexto de altísima inflación y crecientes demandas en diversos frentes. Tras su gira por EE.UU., en donde obtuvo el desembolso de un empréstito por US$ 700 millones del BID, y hasta se atrevió a criticar la arquitectura financiera internacional, Massa desembarcará este marte en la provincia de Santiago de Estero, invitado por el mandatario local, Gerardo Zamora, donde recibirá una avalancha de reclamos por parte de los gobernadores del Norte en medio de la discusión por el Presupuesto 2023 en el Congreso.
Para paliar las tensiones internas, Massa arribará a la provincia norteña con anuncios tanto en materia de tecnología como de energía. Según pudo saber El Economista, serán parte de la comitiva la secretaria de Energía Flavia Royón, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti. En Economía, mantenían hermetismo respecto de los detalles de los anuncios aunque se estima que serán en materia de electricidad.
Días atrás, el ministro dijo al presentar el Presupuesto que carga como “una cruz” el hecho de que el Presupuesto 2022 haya sido rechazado, y más allá de negarse a hablar sobre candidaturas, Massa busca que la ley de leyes sea aprobada con el mayor grado de consenso, para anotarse un triunfo en el posicionamiento hacia 2023.
De hecho, tras el “reordenamiento” del gasto, el ministro volvió de su gira con una serie de anuncios expansivos como la suba del Mínimo No Imponible en Ganancias, tasa subsidiada para compra de electrodomésticos y un bono de $45.000 en dos tramos, para los sectores más castigados por la inflación.
Tampoco estarán ausentes en las conversaciones de los gobernadores con Massa los aspectos relacionados con fondos para las obras públicas, y subsidios al transporte no solo en lo que concierne a los montos, sino también a la lógica de distribución que continúa beneficiando a los ciudadanos del área metropolitana, en detrimento del interior.
Algunos diputados del propio Frente de Todos ya le hicieron saber al titular del bloque oficialista, Germán Martínez, que no acompañarán la lógica distributiva (87% para el Amba, 13% para las provincias), más allá del monto contemplado ($ 66.000 millones), cuya actualización quedará muy por debajo de la inflación.
El alivio que lleve Massa en materia de fondos a los gobernadores (entre ellas obras), contribuirá a su vez a suavizar el mal trago que significa para los jefes territoriales el hecho de que la eliminación de las PASO, (al menos por el momento), haya perdido fuerza no solo por la oposición de Juntos por el Cambio, si no también por la falta de alineamiento interno en la propia coalición gobernante. Parte de esa fractura que funciona en el FdT quedó graficada este lunes, con la proliferación de actos por el Día de la Lealtad.
Tal es el repliegue de los gobernadores en sus terruños, que hasta el propio jefe de Gabinete, Juan Manzur, parece más ocupado en recuperar su lugar en Tucumán, que en seguir siendo el jefe de administración nacional. Ayer, se puso fecha al adelantamiento de las elecciones de la provincia.
Los mandatarios aprovecharán para sondear a Massa sobre sus aspiraciones (o no) de llegar a la Casa Rosada. Replegados en sus provincias, y sin eliminación de las PASO en el horizonte querrán saber cómo se perfilan las candidaturas nacionales, en momentos en los que Alberto Fernández parece no bajarse de la pelea, y hasta el Movimiento Evita se anima a lanzar sello propio para competir electoralmente el año próximo, lo mismo que la CGT.
