Encabezada por el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, miembros de la UCR mantuvieron ayer una reunión en el Comité Nacional con los principales candidatos y jefes de campaña de cada una de las provincias, con el objetivo de rediseñar la estrategia electoral luego del duro revés que sufrió el oficialismo en las elecciones primarias.
Según pudo averiguar El Economista, los candidatos pondrán énfasis en las elecciones legislativas, entendiendo que ven casi imposible dar vuelta la elección tanto a nivel presidencial como por la gobernación bonaerense.
En ese contexto, creen que es fundamental sumar la mayor cantidad de legisladores, ante un eventual gobierno de Alberto Fernández, para que el Congreso no se convierta en “una escribanía”.
El segundo objetivo, es asegurar las intendencias radicales del interior bonaerense. La UCR administra cerca de cuarenta distritos, y si bien creen que podrían perder algunos confían en dejar una estructura territorial consolidada y un intenso trabajo desde los municipios.
El otro gran objetivo del radicalismo es retener la provincia de Mendoza, aunque Alfredo Cornejo no estuvo ayer presente en la reunión.
Al mismo tiempo, el radicalismo apostará a atomizar las estrategias en cada distrito, procurando que los candidatos a senadores y diputados asuman un mayor grado de protagonismo. En muchas de las provincias, son miembros del radicalismo los que encabezan las listas para el Congreso.
