En medio de la pelea entre el presidente Javier Milei y los gobernadores, la Casa Rosada recibe a algunos mandatarios locales de perfil más dialoguista. La relación entre la Nación y las provincias se tensó tras la caída de la Ley Ómnibus, y volvió a foja cero luego de que el jefe de Chubut, Ignacio "Nacho" Torres, denunciara la retención de fondos de la Coparticipación.
El reclamo del chubutense recibió el apoyo de todos los gobernadores, a excepción del de Osvaldo Jaldo, de Tucumán. Sin embargo, los mandatarios más moderados volvieron a intentar tender puentes con el Gobierno. A cargo de fortalecer el vínculo con las provincias está el ministro del Interior, Guillermo Francos.
El lunes, Francos recibió al chaqueño radical Leandro Zdero en su despacho. Y este martes conversó con el salteño Gustavo Sáenz.
Si bien la reunión con el mandatario de Salta duró menos de una hora, fue coronada con una foto para exhibir sintonía.
En su cuenta de X, Francos escribió: "Buena reunión con el gobernador Sáenz. Seguimos en el camino del diálogo para solucionar en conjunto los problemas de la provincia y avanzar en las normas necesarias para atraer grandes inversiones en sectores esenciales como el litio".
Por su parte, Sáenz definió: "Hay que seguir apostando al diálogo; la política es el arte de dialogar y construir consensos".
El oficialismo retomó los encuentros con los gobernadores la semana pasada, cuando los funcionarios de La Libertad Avanza se reunieron con cinco gobernadores del Norte Grande: además de Sáenz, estuvieron los gobernadores de Misiones (Hugo Passalacqua), Tucumán (Osvaldo Jaldo), Catamarca (Raúl Jalil) y Jujuy (Carlos Sadir).
Convencidos de que la opinión pública sigue del lado de Milei, en la Casa Rosada festejaron por lo bajo el "error" de Torres, que amenazó con frenar la producción de combustibles en Chubut como represalia por la retención de los fondos coparticipables como pago por las deudas locales con un fondo fiduciario.
