Hubo un claro ganador en las primarias que les sacó votos a las dos coaliciones que venían dominando el escenario político. De todas maneras, si no se considera el factor sorpresa que hace más visible el triunfo de Javier Milei, puede hablarse de un triple empate. La distancia entre primero y el tercero es de 3 puntos.
Por lo cual hay un escenario abierto para octubre y con muchas probabilidades de que todo se defina en una segunda vuelta en noviembre.
A diferencia de casi todas las primarias anteriores, en esta oportunidad no dieron una pauta inequívoca de quien será el próximo Presidente. Por lo tanto, quedan tres candidatos en carrera que deberán definir ahora una estrategia completamente distinta a la que tenían pensada hasta que se empezaron a contar los votos.
Tanto en JxC como en UxP se pensaban que Milei saldría tercero y que no lograría conservar todo su caudal en las elecciones generales. Eso le abría a JxC la posibilidad de acceder a esos votos y ganar en primera vuelta. Ese era un escenario complicado para Sergio Massa, pero ahora todo cambió.
A JxC no le será fácil acceder a los votantes de Milei. Los que lo votaron como castigo a la casta, consideran a JxC parte de ella y los que lo hicieron hartos de la crisis económica, seguramente no añoran al gobierno de Mauricio Macri. Más lejos aún de esos votantes está Massa. Pero al haber ganado Milei las primarias y Patricia Bullrich la candidatura de Juntos por el Cambio, Massa no tiene riesgo de perder votos por izquierda o moderados, por lo que puede correrse hacia el centro y adoptar un mensaje conciliador con un costo relativamente bajo.
El contexto es complicado para todos. Aunque quedó demostrado que hacer pronósticos electorales sobre Milei es temerario, no lo será sencillo captar nuevos votantes dado su discurso tan confrontativo. Massa, por su parte, deberá lidiar con el manejo de una economía que exhibe malos resultados. Y JxC tendrá que definir una estrategia para recuperar parte de los 2.400.000 votos que perdió entre las primarias de 2021 y de 2023. El peronismo, por su parte, perdió sólo 600.000 votos.
Como en 2003, muchos consideran que la clave es salir segundo porque Milei no podría ganar un balotaje y por eso el desafío es acceder a esa instancia. Pero, nuevamente, los pronósticos sobre Milei pueden fallar.
En principio, no cabría esperar un trasvasamiento entre los votantes de los tres candidatos. Las estrategias se concentrarán entonces en conquistar el apoyo por parte de los que no fueron a votar, los que apoyaron a candidatos que no superaron el umbral del 1,5% y por lo tanto no pueden competir en las generales, los que votaron en blanco y quienes lo hicieron por candidatos sin posibilidades reales de competir como es el caso de Juan Schiaretti.
Es un universo de aproximadamente 2.000.000 de personas, pero que dista de ser homogéneo y por lo tanto serán necesarios mensajes dirigidos específicamente a los distintos sectores que lo componen.
