El ministro del Interior, Guillermo Francos, está a cargo de forjar los lazos necesarios con los diputados para lograr la supervivencia del DNU en la Cámara Baja y despejar el camino que la nueva Ley Ómnibus debe atravesar para alcanzar la media sanción. El Gobierno busca tender puentes, seducir al Congreso, ganar tiempo y controlar la agenda legislativa.
La semana pasada recibió en Casa Rosada a los legisladores del PRO y de la Unión Cívica Radical. Este mediodía se sumaron cuatro diputados del bloque Hacemos Coalición Federal, el bloque que encabeza Miguel Ángel Pichetto.
El diputado estuvo acompañado por Emilio Monzó, Oscar Agost Carreño y Margarita Stolbizer.
"Fue una buena reunión", destacaron al finalizar la cumbre. Además de Francos, participaron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; sus vices, Lisandro Catalán y José Rolandi; y el asesor presidencial, Santiago Caputo.
Si bien desde Hacemos Coalición Federal celebraron la apertura al diálogo por parte del Gobierno, precisaron que "faltan consensos" sobre dos puntos de tensión: la reimposición de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias y la actualización de la fórmula de movilidad jubilatoria.
Respecto del decreto de necesidad y urgencia 70/2023, que la semana pasada sufrió un primer revés en el Senado, sugirieron que la reforma laboral y los puntos que hacen al paquete fiscal los manden por ley. Si bien en general están de acuerdo con el contenido del DNU, lo consideran inconstitucional.
Para no sentarse junto al kirchnerismo y oponerse a un Gobierno que todavía cuenta con altos índices de aprobación, el bloque insistirá con el pedido de leyes "espejo", ignorando los llamados de la oposición intransigente para voltear definitivamente la norma.
Poroteo en Diputados
La consultora 1816 estimó cómo será la dinámica de la Cámara Baja en el tratamiento del DNU que desregula la economía, impulsado por el presidente Javier Milei.
El rechazo en el Senado se dio con 42 votos negativos contra 25 positivos. Para Diputados, se prevé un balance mucho más parejo, lo cual dificulta el adelanto de un resultado.
Para que el Decreto pierda su vigencia, se necesitan 129 votos en rechazo de la medida de La Libertad Avanza. La oposición parte de una base de 104 votos, que resultan de los 99 diputados de Unión por la Patria y los 5 que aporta la Izquierda.
La Unión Cívica Radical atraviesa una fuerte interna que divide a los radicales que se muestran cada vez más favorables al Gobierno, encolumnados tras el jefe del bloque, Rodrigo de Loredo; y los que se mantienen como opositores, tales como Facundo Manes y Pablo Juliano, quienes siguen la línea del presidente del partido, Martín Lousteau.
De los 34 diputados de la UCR, habría 11 que podrían rechazar el DNU. Con ellos, la oposición ya tendría 115 votos.
El bloque variopinto de Pichetto también muestra divisiones internas. Son 4 los diputados que votaron en contra de la Ley de Bases en febrero, y que podrían también rechazar el DNU. Se trata de Margarita Stolbizer, Natalia de la Sota, Esteban Paulón y Mónica Fein. Ahí se contarían 119.
Además, hay 2 diputados que responden al Gobernador de Santa Cruz, 1 al de Río Negro, 1 al de Neuquén y 1 al de Chubut: si todos ellos rechazaran el decreto, tal como lo hicieron sus pares en el Senado, el número total llegaría a 124.
En ese escenario, alcanzaría con el rechazo de los 6 legisladores de la Coalición Cívica (que también son del bloque de Pichetto) para superar los 129 votos.
Desde el anuncio del Pacto de Mayo, los gobernadores adquirieron un nuevo rol de negociación en una conversación que no se da en el ámbito Ejecutivo, sino en el Legislativo. Los legisladores que responden directamente a los jefes locales ya dieron algunos guiños al oficialismo: eso podría extenderse a las provincias del sur.
El panorama muestra una gran volatilidad, por lo que se hace muy difícil anticipar el resultado de una eventual votación en Diputados.
