Tal como había anticipado El Economista, el bloque del Frente de Todos en el Senado se rompió tras la conformación de una nueva bancada legislativa, que ahora lleva el nombre de Unidad Federal y que tiene como dato político sobresaliente la incorporación de la senadora por Córdoba, Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti.
El bloque de cinco integrantes se completa con el entrerriano Edgardo Kueider, la puntana María Eugenia Catalfamo, el jujeño Guillermo Snopek y el correntino Carlos Espínola.
Unidad Federal tendrá como titular a Snopek, mientras que la vicepresidencia estará a cargo de Vigo. Si bien la jugada terminó de definirse ayer en una reunión que duró aproximadamente una hora en el despacho de Catalfamo, el descontento que expresan algunos senadores no es nuevo.
Se trata de un reclamo de los legisladores de las provincias del interior, que no veían posibilidad de colar en la discusión de la agenda temas relativos a sus provincias.
En la reunión que se realizó a puertas cerradas, terminó de pulirse los detalles del comunicado que se dio a conocer además del nombre de la bancada.
En ese marco, Schiaretti quien busca catapultarse a la pelea por la Casa Rosada en clave de anti-grieta, afina vínculos con otros mandatarios provinciales pensando en la pelea de octubre, aunque nada está definido.
"Buscamos ser una alternativa desde donde se priorice la posibilidad de aportar a la reflexión sobre la Argentina que queremos para nosotros y las futuras generaciones, sin grietas, con discusiones que planteen soluciones a corto, mediano y largo plazo", plantea el comunicado que se difundió tras el encuentro. "Apostamos a la unidad, al respeto y al diálogo", sostienen, tomando distancia tanto del oficialismo, como de Juntos por el Cambio.
En el caso de Entre Ríos, Kueider se encargó bien en los días previos de "aislar" al gobernador Gustavo Bordet de la decisión legislativa, y de dejar en claro que su enojo con el presidente Alberto Fernández, no incluía al gobernador. De hecho, Bordet fue uno de los mandatarios que estuvo el jueves pasado en la sede de Matheu 130, en la primera reunión de la Mesa Política del Frente de Todos.
Por su parte Catalfamo, senadora que responde a Alberto Rodríguez Saá, toma distancia del oficialismo nacional en momentos en los que actual gobernador puntano no puede ir por un nuevo mandato, y la amenaza del diputado Claudio Poggi hace peligrar el predominio pejotista.
La jugada dejará esquirlas a su vez en el oficialismo, que más allá de la puesta en escena de la Mesa Política, no logra alcanzar el objetivo de "unidad" y no logra retener a propios, incluso en el Senado, territorio de Cristina Kirchner.
Este miércoles, el diputado por Santa Fe y mano derecha de Omar Perotti, Roberto Mirabella, mantuvo un encuentro de trabajo con Martín Llaryora, intendente de Córdoba y potencial sucesor de Schiaretti. "El Gobierno Nacional es rápido para recaudar de nuestra producción, pero lento para hacer obras que ayuden a producir más", fustigó Mirabella y agregó: "vamos a seguir luchando por lo que es nuestro, para que la Nación no se siga llevando los recursos de nuestras provincias".
Las frases grafican el estado de ánimo de buena parte del peronismo del interior, que ven con cada vez más desconfianza las peleas entre la Casa Rosada y el kirchnerismo.
El bloque oficialista que a partir de hoy, cuando sea oficial el nuevo bloque tras la sesión preparatoria, contará con 31 senadores, verá su poder de fuego netamente disminuido y su capacidad de imponer agenda con aliados mermada.
