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El tablero de control de Javier Milei tiene luces de alarma: se empieza a deteriorar una variable decisiva

A 8 meses de haber agarrado la batuta, Milei puede presumir que sigue siendo un Presidente con apoyo de la opinión pública. Pero cada vez menos.

Alejandro Radonjic 05 agosto de 2024

La variable que más viene acompañando a Javier Milei no proviene del mundo de la economía. Tampoco de las finanzas. Viene, más bien, de la opinión pública. 

A 8 meses de haber agarrado la batuta, Milei puede presumir, más que de cualquier otra cosa, que sigue siendo un Presidente popular, con apoyo de la opinión pública.

Pero cada vez menos.

Esto puede ser un gran problema para los libertarios. La alta imagen de Milei opera como un factor disciplinante de la política local (los incentivos para enfrentar a un presidente popular -y encima vengativo- son muy bajos) y, además, manda un mensaje hacia afuera de que el Gobierno tiene margen para seguir avanzando con su agenda porque, resumidamente, tiene margen social. 

Si estas dos presunciones se dan vuelta, la situación política puede cambiar, y rápido.

Vamos a los números.

En una columna titulada "Penúltimos días de luna de miel", Mora Jozami cuenta que "en julio, el Índice de Irascibilidad Social (IDI) mostró un resultado de -7, el segundo retroceso (leve) consecutivo, después de dos mediciones consecutivas (en abril y mayo) que habían exhibido mejoras en el estado de ánimo de la sociedad frente al gobierno".

Estas son las principales conclusiones de su IDI, elaborado mensualmente por Casa3:

  • Esta caída en el IDI de julio puede atribuirse a diferentes factores económicos que preocupan a los argentinos. Si bien una mayoría cree que el Gobierno sabe cómo resolver los problemas económicos del país (52%), el conjunto de las temáticas macroeconómicas lidera el ranking de principales preocupaciones de los encuestados, con el 35% de las menciones, seis puntos porcentuales más que en junio.

El tablero de control de Javier Milei tiene luces de alarma: se empieza a deteriorar una variable determinante
 
  • La preocupación por la actividad económica también se refleja en la situación de los salarios: el 82% de la población declara que no le alcanza para llegar a fin de mes (51%) o que le alcanza con lo justo (31%), valores que se mantienen estables desde la medición anterior. 
  • Tres de cada cuatro encuestados declaran haber resignado algún consumo que realizaban habitualmente. 
  • En sintonía con esto, 33% ha experimentado una disminución en sus ingresos.
  • A pesar de la esperanza depositada en el Gobierno libertario, sostenida en parte por la percepción de idoneidad para resolver los asuntos económicos, emergen un conjunto de nuevas demandas. En primer lugar, el poder del bolsillo y la actualización del salario real, puesto que los ingresos aún no logran recomponer la pérdida acumulada en los últimos 12 meses. 
  • Además, sobre la reactivación del empleo y el temor a la perdida de trabajo, casi dos de cada cinco argentinos creen que el desempleo es hoy un problema en alza y el temor perder el empleo una amenaza latente: casi 7 de cada 10 o han perdido su trabajo o conocen a alguien que lo ha perdido. 
  • Por último, la eliminación del cepo al dólar es una demanda que, si bien puede caer en el límite del propio metro cuadrado promedio, es apoyada por el 53% de los argentinos.
  • Por otro lado, a la inversa del discurso que plantea el oficialismo, más de la mitad de los encuestados (53%) cree que los cambios que necesita el país deben aplicarse de forma gradual, aún cuando se ponga en riesgo su profundidad. 
  • A su vez, son cada vez más los argentinos que no están dispuestos a afrontar tarifas más elevadas en pos de una mejora en la situación fiscal: el 60% no estaría dispuesto a realizar dicho esfuerzo.
  • A pesar que cede cinco puntos con respecto a junio, la "esperanza" (40%) sigue siendo el sentimiento que mejor describe el estado de ánimo respecto del futuro del país.
  • Los jóvenes de 16 a 29 años continúan representando el segmento donde mejor se desempeña el Gobierno de Milei. A pesar de un leve retroceso, sigue siendo el único estrato de edad donde el IDI se mantiene en valores positivos. El índice demuestra también fuertes contracciones en los otros segmentos etarios, con caídas entre los adultos mayores de 65 y la población adulta en general (30 a 65 años).
  • Más allá de los jóvenes, hay una parte de la base electoral de Milei y La Libertad Avanza que está empezando a verse tendencialmente resentida, comportamiento que también se observa entre los votantes de Juntos por el Cambio. El IDI cae de +46 a +39 entre quienes optaron por LLA en las elecciones generales de 2023 y cae significativamente entre los electores de Bullrich (pasa de +35 a +15). Curiosamente, el votante peronista mejora su percepción sobre el Gobierno por segundo mes consecutivo: el IDI entre los votantes de Massa aumentó sustancialmente en julio, de -59 a -48.
  • A su vez, el Gobierno sigue perdiendo terreno entre mujeres (-5 a -13) y sectores medios (-2 a -8) y bajos (-7 a -9), segmentos donde, de todas maneras, la nueva gestión alcanza una performance por debajo del promedio. 
  • No obstante, evidencia una mejoría en el nivel socioeconómico alto (de -5 a +4) y se mantiene estable entre los hombres, dos de los grupos que supieron ser su sostén en ocasiones anteriores y que parecerían serlo en esta nueva encuesta.
  • El Gobierno enfrenta dilemas principalmente en lo referido a la economía, encarrilada la inflación aunque estancada en su caída, y con un bolsillo y una situación social que empiezan a delimitar los límites del ajuste. Con la política estable (Ley Bases aprobada y sin grandes frentes de conflicto en la agenda pública), este segundo mes de deterioro podría estar demostrando el fin de una "luna de miel extendida".
  • De ahora en más, las señales económicas vinculadas a la consolidación de la caída de la inflación, una mejora en la microeconomía que reactive las expectativas sobre ese ámbito en el que se le reconoce conocimiento y capacidad al Gobierno, y, muy fundamentalmente, la reactivación del empleo serán cruciales para que se sostenga el humor social favorable que, hasta hoy, mantiene la presidencia de Milei.

Según Jorge Giacobbe, julio fue el segundo mes consecutivo de caída de la imagen positiva de Milei

Con fecha del 31 de julio, un sondeo de la consultora Circuitos, que dirige Pablo Romá, muestra que en el último mes hubo un cambio de tendencia nacional y todos los números se complicaron para Milei. Los datos fueron publicados por Diego Genoud.

  • La imagen negativa del presidente subió 8 puntos (37 a 44,9) y la positiva bajó (46 a 41,4). El grupo de los que tienen mucha confianza en Milei se achicó en más de 9 puntos (39,7 a 30,3), el grupo de los que no tienen confianza aumentó casi 5 (34 a 38,4) y crecieron más de 7 puntos los que tienen poca confianza (15,6 a 22,9) en la nueva estrella de la alt-right global. 
  • Los que no están de acuerdo con las medidas de Milei crecieron más de 10 puntos (38 a 48,4) y los que están de acuerdo cayeron casi lo mismo (46,3 a 36,7). Mientras el optimismo y la esperanza con respecto a la situación económica perdieron 6,5 puntos (41,2 a 34,7), el pesimismo y el enojo subieron de 31,1 a 35,3. Por último, el núcleo duro del gobierno se siguió achicando (37,5 a 32,7) y el núcleo opositor volvió a crecer (41,3 a 44,5). 

Hugo Haime, por su parte, registró que en el último mes los cuatro pilares de Milei se desgastaron: las expectativas, el recurso de culpar al Gobierno anterior, la confianza en la baja de la inflación y el apoyo en el interior del país. 

La visión de "Lacha" Lazzari

El economista y empresario Gustavo "Lacha" Lazzari aportó su propia visión sobre "los límites de la paciencia social". 

"Muchos analistas políticos están evaluando cuál sería el límite del permiso social o hasta donde llega la paciencia. Y muchos asocian el límite a los resultados económicos de la gestión. Desde un punto de vista, considero que este análisis incurre en un error. Claramente la gente votó un cambio. Hay una revolución cultural previa y abarcativa del triunfo electoral de la actual administración. Al menos hasta las elecciones de medio término, mi impresión es que, la sociedad no va a castigar al Gobierno por falta de resultados sino por falta de iniciativas", dice Lacha. 

El tablero de control de Javier Milei tiene luces de alarma: se empieza a deteriorar una variable determinante
Lacha con Milei, hace algunos años

Por eso, es clave que el Gobierno se muestre hiperactivo. Sobre todo, mientras los resultados no acompañen tanto. El ingreso de Federico "Motosierra" Sturzenegger es un aporte interesante en ese frente.

Según Lacha, "se votó a un Gobierno para transformar, no para mostrar resultados a los pocos meses".

Sin embargo, Lacha dice que el límite a estas afirmaciones lo puede dar el desempleo, que se estima en 300.000 desempleados nuevos. "Atención con los caídos del sistema", dijo en su newsletter semanal. 

Lazzari concluye que, "más allá de mediciones de imagen, el apoyo político será pleno mientras el Gobierno inicie, encare, lleve a cabo y no renuncie a hacer reformas (macro, micro y sectoriales)".

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