Luego de las elecciones legislativas, comenzó la etapa más albertista del Gobierno. Es consecuencia del resultado que dejó a todos debilitados, pero en términos relativos con relación a los otros integrantes de la coalición oficialista, el Presidente fue el que salió mejor posicionado.
Cristina Kirchner quedó afectada porque es la líder de una coalición política que fue derrotada más allá del repunte en Buenos Aires, que es el distrito en que asienta su poder. Tampoco salieron bien parados los gobernadores que supuestamente son los representantes del peronismo. En provincias del centro del país como Santa Fe y Entre Ríos perdieron por amplio margen y figuras emergentes como el gobernador Sergio Uñac de San Juan ganaron con lo justo, al igual que en Tucumán, el distrito del jefe de Gabinete.
En aquellos distritos en los que el Frente de Todos ganó holgadamente representan un porcentaje muy bajo del padrón nacional.
En ese marco, Fernández, que se preparaba para una derrota categórica luego de las primarias, respiró aliviado. Y aunque haya parecido extemporáneo el festejo posterior a las elecciones, es preferible a volver a recibir una carta políticamente explosiva como la que le envió el vicepresidenta luego de las primarias.
El mensaje posterior al 14 de noviembre tuvo otro contenido. Ahora el “que tiene la lapicera” tiene una ventana de oportunidad de aproximadamente noventa días para cerrar la negociación con el FMI y poner en marcha una iniciativa consistente para bajar la tasa de inflación. Luego de ese período habrá una nueva evaluación de la gestión del Gobierno de la que Cristina tomará distancia transitoriamente.
El frustrado desembarco de Débora Giorgi es citado como un ejemplo de un mayor poder presidencial. Dos funcionarios que supuestamente estaban casi afuera del Gobierno como Matías Kulfas y Martín Guzmán se presentaron la semana pasada ante la UIA y la CGT como si fuesen a permanecer mucho tiempo en sus cargos.
Al mismo tiempo parece apartado del círculo que toma decisiones, el ministro Eduardo De Pedro que encabezó una improcedente rebelión contra el Presidente luego de las primarias al presentar su renuncia.
De todas maneras, este escenario no significa el nacimiento del albertismo porque la acción mayoritaria del Frente de Todos es, y seguirá siendo, Cristina. Pero los próximos meses asoman como de mayor peso relativo de Fernández dentro de la coalición oficialista. Los resultados determinarán si ese período se prolonga o si las tensiones políticas vuelven a reaparecer.
