Tras la firma de los dictámenes de la Ley de Bases y Medidas Fiscales, el oficialismo se respalda en el nuevo jefe de gabinete, Guillermo Francos, para negociar el articulado con los gobernadores y los bloques aliados del Senado. Desde La Libertad Avanza, aseguran ya tener la mayoría de 38 senadores para la aprobación en general.
Las iniciativas impulsadas por el Ejecutivo serán tratadas el próximo 12 de junio en la Cámara de Senadores. Todavía resta la convocatoria formal que realice la vicepresidenta, Victoria Villarruel, pero ya están trabajando para que los proyectos no sufran demasiadas modificaciones en el recinto.
Las negociaciones en las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales sirvieron para la firma de los dictámenes. Pero se mantienen las incógnitas sobre cuál será el texto que finalmente volverá a Diputados, dado que los documentos contienen muchas firmas en disidencia parcial. Eso implica que se pedirán cambios en el tratamiento artículo por artículo, o directamente en los capítulos.
Si bien La Libertad Avanza asegura contar con, al menos, 38 voluntades, que le permitirán avanzar con la aprobación en general de las iniciativas, el trabajo arduo comenzará en la discusión en particular de cada uno de los proyectos.
Una vez más, el Gobierno se respalda en Francos para discutir el articulado con los senadores dialoguistas. La mesa chica del Ejecutivo quiere darle un rol más político a la jefatura de gabinete, de forma que puedan acelerarse las negociaciones. El exministro del Interior tiene el aval del presidente Javier Milei para realizar concesiones y acelerar la sanción de la ley.
La Casa Rosada busca establecer diferentes coaliciones de voto para la votación del articulado de ambos proyectos. Además, pretenden que el tratamiento sea por capítulos y no por artículos, para así evitar sorpresas dentro del recinto que den por resultado un nuevo traspié en el Congreso, tal como sucedió cuando la ley cayó en febrero.
Con varios cambios en el texto original, que cuenta con media sanción de Diputados, los proyectos deberán volver a la Cámara Baja para que las modificaciones sean revisadas. Por eso, ahora el oficialismo deberá darle la confianza a los bloques y gobernadores aliados de que se respetarán esas modificaciones en su regreso a Diputados.
Las firmas que faltan
El radical Martín Lousteau anunció que presentará en los próximos días su propio dictamen en minoría que marcará muchas de las diferencias que expresó en el plenario de las comisiones. "Los cambios que trajo el Ejecutivo son cosméticos, nada de fondo", dijo durante el debate en comisiones.
Otro de los senadores que manifestó sus diferencias en el Senado fue Maximiliano Abad. Entre sus cuestionamientos está lo relacionado con el monotributo social en el marco del debate de la ley de Medidas Fiscales. Abad no firmó el dictamen que circuló, y podría presentar uno propio, acompañar el que redacte Martín Lousteau o no firmar directamente.
Desde Unión por la Patria, que encabezan José Mayans y Juliana di Tullio, señalan que, por ahora, no presentarán dictamen de rechazo. La principal oposición ya manifestó que, al igual que el bloque en Diputados que encabeza Germán Martínez, no acompañarán los proyectos que el Ejecutivo envió al Congreso.
