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Cordobesismo en apuro: tensión entre Schiaretti y el delasotismo

Un sector del oficialismo pretende sumarse al FdT, mientras que el gobernador resiste la idea y se mantiene neutral

24 septiembre de 2019

El cordobesismo, tal como lo concibieron sus creadores, José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, no estuvo exente de tensiones, momentos de zozobra y hasta amenazas de rupturas desde que llegara al poder, como Unión por Córdoba, en 1999. Pero logró superar los contratiempos y los contrapuntos de sus líderes en base a muñeca política y, sobre todo, triunfos electorales. Fallecido De la Sota, el gobernador Schiaretti se ha convertido en único líder del espacio, indiscutible en esos términos. No obstante, la coyuntura electoral y las necesidades parcialmente divergentes tensionan más de la cuenta al espacio.

El mandatario sigue con su idea de mostrarse neutral, prescindente, en la elección presidencial, luego de naufragar su proyecto de construir una alternativa con el llamado peronismo federal. En tanto, un sector importante del peronismo cordobés (mayoritario, sobre todo entre aquellos con responsabilidades ejecutivas en el territorio) pretende sumarse abiertamente al Frente de Todos y revertir el resultado de la elección en la provincia. Córdoba fue uno de los dos distritos en los que Juntos por el Cambio logró vencer.

“Los gobernadores peronistas están al lado de Alberto. Pero no es una cuestión de votos, simplemente”, sostuvo Caserio.

El presidente del bloque Justicialista en el Senado, Carlos Caserio, es uno de los promotores de esta idea que entra en tensión con la de Schiaretti. A él se suma el intendente de Villa María, Martín Gil. Pero Schiaretti también está en minoría en la propia mesa de conducción del frente que encabeza. Luego de la muerte de De la Sota y para conservar la unidad, el gobernador sumó delasotistas “puros”. Entre ellos, Natalia De la Sota, Adriana Nazario y Jorge Montoya. En todos los casos propensos a sumarse al Frente de Todos. Es más, la hija del fallecido gobernador estará en Luján de Cuyo, con Alberto Fernández, en la cita con gobernadores en respaldo de la candidatura de Anabel Fernández Sagasti.

Schiaretti, en tanto, parece más inclinado en resguardar la independencia del espacio y, sobre todo, buscar la forma de retener las dos bancas en la Cámara de Diputados nacional que el “cordobesismo” pone en juego. Con Fernández tuvo un encuentro casual (y frío) en la Catedral provincial, cuando se llevó a cabo la misma en homenaje a De la Sota, mientras que todavía no está decidido si lo recibirá en su despecho como gestionan desde el Frente de Todos. El candidato estará el jueves próximo en un almuerzo en la Fundación Mediterránea, donde se encontrará con empresarios locales y disertará sobre la situación económica del país. Y volverá el martes 1º de octubre, para un encuentro en la Unión Industrial local.

“Los gobernadores peronistas están al lado de Alberto. Pero no es una cuestión de votos, simplemente. Es estar al lado de un dirigente que propone un modelo de país. Evidentemente sería muy bueno que nuestro gobernador también apoye, pero más bueno es que diga que el modelo de Mauricio Macri con el que estoy de acuerdo”, sostuvo Caserio, marcándole la cancha a su aliado. Además, Caserio volvió a criticar la decisión de jugar “con lista corta”. Y promete sumar más ruido.

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