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Contener a la UCR y detener la caída en las encuestas, ejes de los anuncios

15 abril de 2019

Las alarmas se encendieron, con señales preocupantes originadas en varios frentes. La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal lo advirtió entre algunos de sus funcionarios más cercanos, la semana pasada: el Gobierno necesita dar un golpe de efecto eficaz para recuperar el crédito perdido, ante el riesgo de que la crisis también la fagocite a ella. En ese sentido, ordenó mayor presencia del Estado provincial en las zonas más golpeadas, no ya para ganar terreno o revertir resultados electorales anteriores, sino para que el camino a las elecciones no se dé en medio de una crisis social que tenga elementos inmanejables.

Se duda si el Gobierno podrá llevar a cabo medidas con instrumentos que ha desechado siempre y en los que no cree.

El candidato a gobernador de Santa Fe por Cambiemos, José Corral, recibió en estos días otra muestra de hostilidad que no estaba en los cálculos. Fue en un barrio de la zona oeste de Rosario, donde le recriminaron el impacto de las políticas nacionales. Un video que se viralizó lo muestra sin palabras ante el reclamo. Pero no fue el único que recibió. El intendente de la ciudad capital aparecía hace seis meses con posibilidades concretas de pelear la gobernación de la provincia frente al peronismo y al oficialista Frente Progresista. Hoy su candidatura aparece bastante más rezagada, en un cómodo tercer lugar, con pocas perspectivas de revertir la ecuación.

La decisión del Gobierno de agrandar la mesa de decisiones y solicitarle sugerencias de medidas posibles a los aliados tiene que ver con esto: con la necesidad política de tener un tránsito lo menos pantanoso posible hacia las elecciones nacionales. Para neutralizar las tensiones con el (y dentro del) radicalismo, tendió un puente que promete mayor incidencia en las decisiones que se tomen de aquí en más. Para hacer frente al impacto de la crisis en segmentos extendidos del entramado social, tiene previsto un paquete de medidas económica (de eficacia incierta). ¿Control de precios? ¿Acuerdo intersectoriales?

“La alianza electoral y parlamentaria de Cambiemos se está transformando y de a poco el Ejecutivo nos está dando más participación. El clima de las elecciones nos empuja a consolidar a Cambiemos como una coalición en donde podamos gobernar integrados”, se entusiasmaba ayer el diputado nacional por el radicalismo Facundo Suárez Lastra sobre el futuro del espacio político, luego de la apertura que parece experimentar la Casa Rosada. Suárez Lastra comparte el grupo de dirigentes más consustanciados con Cambiemos y que más insiste con aceitar mejor el esquema de Gobierno. Este grupo es mayoría entre quienes tienen responsabilidades de gestión, pero no expresa a todo el partido.

En cuanto a la naturaleza de las medidas que el Gobierno anunciará el miércoles hay algunos indicios, algunas especulaciones, pero nada concreto. Entre otras cosas, poco se sabe de la profundidad que tendrán y de los instrumentos que se utilizarán para llevarlas a cabo. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, había evitado hablar de “congelamiento” y cualquiera de sus variantes. “El control de precios es una herramienta fracasada en la historia, en ningún lugar del mundo se usa”, señaló el funcionario el miércoles pasado en su informe de gestión en la Cámara de Diputados, negando una medida de ese tipo. Por ahora, prefieren hablar de acuerdos voluntarios con empresas para generar precios de referencia para el consumidor.

En el radicalismo se entusiasman con la posibilidad de contar con mayor participación y aprueban el sentido posible de las medidas. “La pura política monetaria y fiscal para controlar la inflación ha fracasado absolutamente”, sostuvo, terminante, el gobernador de Mendoza y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo. “Creemos que hay una necesidad de acuerdo de precios y que el Gobierno tiene que tener instrumentos legales para sancionar al que tiene posición abusiva de mercado”, agregó en el mismo sentido. Como aval.

En cuanto a las dudas, existen varias y en distintos sentidos. Por caso, si el Gobierno podrá instrumentar un esquema para detener la marcha alcista de los precios con mecanismo que ha desechado siempre y en los que no cree. La reacción de los empresarios (los formadores de precios, en especial), será clave para el Gobierno.

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