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Algunas razones de la derrota de Macri

12 agosto de 2019

Por Pablo López Fiorito Docente de la UBA y la UNDAV Analista político

Los resultados obtenidos en la última elección nos muestran dos cuestiones para pensar: mientras que el oficialismo de Juntos por el Cambio creyó que su única oportunidad era cerrarse sobre su mirada ideológica de la Argentina, el Frente de Todos amplió su base de representación lo máximo posible. Los números finales parecen representar esas actitudes diferenciadas por parte de los distintos frentes políticos.

La “guerra santa”

El PRO, como conducción de Juntos por el Cambio, inició una especie de “guerra santa” en la que pretendió enredar a los argentinos para “superar” al peronismo. Esta insistencia tenía que ver más con enfrentar al peronismo desde una mirada ideológica y existencial de determinados sectores dominantes de la vieja Argentina, que con resolver los problemas que los argentinos tenemos tanto con el empleo, la inflación y los bajos salarios. Se trataba de convertir una pelea de pocos, en una batalla de todos. Los números demuestran que dicha convocatoria no fue lo suficientemente efectiva para que los electores argentinos acompañaran a Juntos por el Cambio. La incorporación de Miguel Angel Pichetto no aminoró esta tendencia guerrerista, más bien la profundizó.

Sin producto, no hay marketing

La utilización sistemática de las bases de datos, del Data Mining, el estudio sistemático de lo que la gente quiere, el gusto, color, sabor, lenguaje, para acercarse al electorado tiene el límite de la realidad. Los aumentos en la pobreza, la desocupación, la inflación, el desamparo por parte del Estado, hacen que la publicidad, la propaganda, se desarme en la “modernidad sólida”. La propuesta de Jaime Durán Barba de ir hacia lo que la gente quiere, se encuentra con el límite de que las políticas impulsadas por Juntos por el Cambio no logran contener a todo el electorado argentino. Si el producto es malo, es decir si la política es mala, el marketing no puede reemplazar esa falta.

Si no representa no es democracia Hubo una búsqueda del Frente para Todos de incorporar sectores y construir una nueva síntesis. Desde el renunciamiento de la ex presidenta y la elección de Alberto Fernández para ser presidente, la incorporación de sindicatos que eran hostiles y la figura de Sergio Massa y la mayoría de su fuerza incorporándose al mismo. No hubo un cálculo instrumental para sumar sectores y al sumarlos se cambiaba en forma orgánica la significación del Frente de Todos. Desde la derrota del 2015, las fuerzas de la oposición que tienen al peronismo como principal protagonista, pero que involucran también, sectores sociales, sindicales, de izquierda, han aprendido la necesidad de la unidad para ganar. Y por lo resultados que muestran la elección parece haber sido eficiente en términos electorales

¿Y las elecciones generales?

Si los resultados del escrutinio definitivo, son los resultados que la tendencia muestra, el electorado argentino le pone un freno a la propuesta que el oficialismo le hizo durante estos cuatro años con la gestión de gobierno. La tendencia parece ser imbatible, tanto porque el Gobierno no va a cambiar su política, ni su forma de percibir la Argentina y el Frente para Todos puede crecer aún en base a propuestas claras de cómo va a sacar al país de la catástrofe económica por la que atraviesa.

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