El temario de sesiones extraordinarias elaborado por el presidente Alberto Fernández permanece en suspenso y la agenda legislativa podría no activarse sino hasta el 1° de marzo, cuando comience formalmente el período ordinario.
Fuentes del oficialismo en el Senado sostuvieron ante El Economista, que las definiciones sobre el armado de la comisiones en la Cámara Alta, llegarían de la mano de la sesión preparatoria, la que está prevista para el 23 o 24 de este mes. Una manera elíptica de señalar que no habrá actividad durante el mes en curso en momentos en los que se señalaba que el debate comenzaría con los proyectos de Consenso Fiscal 2022 y reforma del Consejo de la Magistratura, justamente en la Cámara Alta.
En Juntos por el Cambio aseguran que en el oficialismo persiste un silencio de radio y empiezan a dudar que el trabajo legislativo durante el mes de febrero tome forma, si bien ello no impide que las conversaciones entre los referentes parlamentarios sean permanentes en torno al eventual acuerdo con el FMI.
Además la Mesa Nacional de JxC fijó postura recientemente respecto de la reforma de la ley del Consejo de la Magistratura, uno de los temas previsto en el decreto presidencial. A eso se le suma el silencio de Cristina Kirchner, que suma incertidumbre dentro y fuera del propio frente gobernante.
Por otra parte en Diputados, todavía se siente el cimbronazo por la salida de Máximo Kirchner y en el Frente de Todos persisten las tareas para evitar ulteriores fisuras.
En ese marco se entiende la decisión de darle continuidad a Cecilia Moreau y Paula Penacca en sus respectivos roles de vicepresidenta del bloque y secretaria parlamentaria respectivamente, si bien la decisión no ha sido oficializada.
Fue el propio Germán Martínez quien se ha cargado al hombro la tarea de conversar uno por uno con todos sus compañeros y generar la mayor cohesión posible.
Martínez reconoció en diálogo con la TV Pública que de sus charlas con sus colegas recogió principalmente tres dudas respecto al acuerdo: el impacto simbólico de cerrar con el FMI; las reales chances de cumplir con las metas fiscales; y la posibilidad de que el organismo pida en un futuro reformas estructurales, que no en estén contempladas en la primera carta de intención.
En tanto Fernández reconoció el lunes por la noche en una conferencia con medios locales que el apoyo que tendrá el acuerdo será “mayoritario” en el FdT, lo que equivale a decir que no será unánime.
Resta saber si el regreso del Presidente al país tras su gira otorgará nuevo impulso a la agenda de extraordinarias, si bien queda cada vez más claro que todas las energías del oficialismo se concentran en lo concerniente al FMI, al menos hasta el próximo 22 de marzo.
Todos los bloques opositores consultados por El Economista aseguraron que hasta el momento no han tenido notificaciones oficiales por parte del FdT para avanzar en la agenda legislativa que deberá contemplar la conformación de cerca de nueve comisiones.
Sin embargo, en un sector del FdT dejan trascender que antes de la finalización de esta semana, podría haber avances y reuniones con los jefes opositores para avanzar en prioridades y un cronograma. De hecho Moreau y Penacca, ya han comenzado conversaciones informales con los bloques, las que podrían continuar hoy mismo.
En la oposición hacen lecturas y creen que el FdT busca evitar exponerse a una sesión que sirva de tribuna para cuestionamiento de la oposición.
