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Oncoliq, una de las primeras apuestas del Fondo SF500

Una de las primeras apuestas del fondo biotech es Oncoliq, que busca llevar al mercado productos para detección temprana de cáncer

Teubal, Simian, Tanoira (abogado), De Siervi, Pallarola y Pontiggia, en la presentación del SF500
Teubal, Simian, Tanoira (abogado), De Siervi, Pallarola y Pontiggia, en la presentación del SF500 Unsam
23 marzo de 2022

El Fondo SF500 del Grupo Bioceres y la provincia de Santa Fe invertirá US$ 300 millones en 500 startups biotecnológicas en los próximos 10 años. Una de las primeras cuatro empresas asociadas es Oncoliq SAS, liderada por investigadores del Instituto IBYME del Conicet y del Instituto de Nanosistemas de la Escuela de Bio y Nanotecnología de la Unsam, que recibirá capital y apoyo para llevar al mercado productos para detección temprana de cáncer basados en tecnologías de biopsia líquida.

  • El fideicomiso de US$ 300 millones funcionará con un esquema de aportes de US$ 30 millones por año. Bioceres, la empresa líder del sector biotech en el país, pondrá el 50%; la provincia 10% y el otro 40% estará abierto a aportantes del sector privado e inversores públicos estratégicos.

La presentación del fondo se hizo el 16 de marzo en Rosario y entre las primeras cuatro startups que recibirán inversión está Oncoliq, que fue fundada por Adriana De Siervi, Marina Simian (recordada por su participación en “¿Quién quiere ser millonario?” en 2019) y Diego Pallarola.

Marina Simian, recordada por su participación en “¿Quién quiere ser millonario?” en 2019

Según un artículo publicado por Unsam, Simian, De Siervi y Pallarola lideran grupos de investigación con hasta 30 años de trayectoria en la academia. Hace un año decidieron crear la startup para llevar al mercado una nueva tecnología para detectar diferentes tipos de cáncer a partir de una muestra de sangre. El rápido interés del SF500 es una muestra del potencial del proyecto.

Mientras la cantidad de publicaciones científicas que tratan sobre biopsias líquidas y cáncer crecen de manera sostenida en todo el mundo, Argentina no se queda atrás y Oncoliq es pionera en ese campo. Precisamente, “Onco” proviene de oncología y “liq” por líquida. 

“Estamos haciendo medicina traslacional: estamos llevando conocimientos del laboratorio básico a la clínica, porque estamos convencidos de que esta tecnología va a evitar muchas muertes. Uno de los factores que determina la sobrevida es el momento de detección. Estas nuevas tecnologías de biopsia líquida están buscando ofrecer métodos de screening de todos los órganos de una manera económica”, aseguró Simian, Directora Ejecutiva de Oncoliq e investigadora de la Unsam. 

¿Pero qué son las biopsias líquidas? Simian lo explica así: cualquier fluido corporal (sangre, orina, etcétera) puede ser utilizado para confirmar la presencia o ausencia de una patología. La idea es reemplazar o complementar procedimientos más invasivos y costosos, como tomografías, resonancias o ecografías.

“Las biopsias líquidas miden la presencia o ausencia de biomarcadores. El proceso de identificación de los biomarcadores requiere combinar técnicas de biología molecular y data science, con machine learning y estadística, a partir de bancos biológicos con muestras tumorales y datos públicos”, explicó De Siervi en el artículo de Alejandro Zamponi en Unsam.

Ese proceso tan complejo ya fue completado por Oncoliq para biomarcadores de cáncer de mama y de próstata y la empresa ya está trabajando en la etapa validatoria para cáncer de próstata y está recolectando muestras de cinco tipo de tumores más. “El objetivo final es que con una muestra se pueda hacer un test de varios tipos de cáncer en forma simultánea”, resumió.

Actualmente hay un puñado de empresas en todo el mundo desarrollando biopsia líquida, a partir de la medición de diferentes moléculas, cada una con sus pros y sus contras. En Oncoliq miden microRNAs. 

“Los microRNAs son moléculas que están en todas las células humanas y que cumplen una función regulatoria. En los estadíos tempranos del desarrollo tumoral el balance entre los microRNAs cambia y se ve reflejado en la circulación en sangre. Lo que hace Oncoliq es descubrir cuáles son esos cambios que se producen para cada tipo de tumor y después desarrollar una plataforma para medir esas cantidades relativa de microRNAs y ofrecer una detección temprana de cáncer. No es un diagnóstico, porque no podemos decir qué tipo de cáncer de mama tiene la paciente, sino que es una herramienta de tamizaje”, explica Simian. 

Esta tecnología surgió del trabajo realizado durante seis años en el laboratorio de De Siervi, con la colaboración de Simian y Pallarola.

El objetivo de Oncoliq es llevar al mercado kits para detección de diferentes tipos de cáncer a partir de biopsias líquidas basadas en la detección de microRNAs. Para ese fin, estableció dos líneas de investigación y desarrollo: una línea dedicada a identificar biomarcadores para diferentes tipos de cáncer y otra dedicada a desarrollar nuevas plataformas de detección de los microRNAs, más escalables y de menor costo que las PCR en tiempo real que están utilizando actualmente.

  • Oncoliq, que fue creada como Sociedad Anónima Simplificada en noviembre de 2021, presentó una patente provisional en Estados Unidos días atrás, con autoría de De Siervi y su becaria Paula Farré y participación del Conicet. La patente está vinculada al kit de detección de cáncer de mama.

Los siguientes pasos para convertir la tecnología en producto tienen que ver con poner a prueba el producto en un escenario real y obtener la aprobación para su uso clínico. Es por eso que el kit de Oncoliq para cáncer de mama está siendo testeado en una prueba piloto en dos hospitales públicos: el Militar Central y el Posadas. El objetivo es que participen de manera voluntaria entre 500 y 1.000 mujeres sanas de entre 50 y 70 años, cuando proceden a realizar su control ginecológico anual. 

Además del control estándar, la prueba piloto consiste en que una muestra de sangre sea procesada con el kit de Oncoliq y que las imágenes de las mamografías sean analizadas por Imago Systems. 

La tecnología de la empresa estadounidense se basa en el análisis con inteligencia artificial de las mamografías; permite analizar las estructuras de las glándulas mamarias y buscar cambios tempranos asociados al desarrollo de tumores. “Todo eso nos permite probar la tecnología en un escenario real y además que los médicos estén involucrados. El reclutamiento comenzó en septiembre y ya cuenta con más de 200 voluntarias. Esperamos completarlo para mitad de 2022”, aseguró Simian.

La detección de microRNAs en la prueba piloto se está haciendo con PCR en tiempo real, pero a futuro podría hacerse con otra tecnología. 

Pallarola dijo: “Nuestro objetivo es independizarnos del PCR para ir hacia sistemas que sean más amigables para el usuario y requieran menor capacitación, un procedimiento más flexible desde el punto de vista de la implementación y la transferencia. Estamos trabajando en dos plataformas. Una estrategia de biosensores moleculares, cuya detección es óptica. Y otra estrategia de tipo microchip orientado al sensado electroquímico. Están en distintas etapas de desarrollo. La primera está más avanzada”, contó.

“Esto apunta a ser un método de bajo costo y escalable. La PCR requiere un personal altamente entrenado y lo que está desarrollando Pallarola es para que se pueda usar con lugares con menos infraestructura”, aclaró Simian.

Cómo surgió

“Esto empezó hace un año. En febrero de 2021 me llamó Adriana y me dijo: 'Marina quiero hacer una empresa especializada en biopsias líquidas, ¿Te querés asociar conmigo?'. Yo conocía el proyecto, porque fui jurado de varias tesis de sus becarios e incluso presentamos PICTs en colaboración. Pallarola también estaba vinculado con el proyecto porque a partir de un evento que organicé en la UNSAM en 2017, entró en contacto con el grupo de Adriana, que se había interesado mucho en el potencial del biosensado”, contó Simian.

Además el fondo de Bioceres, el proyecto ya había suscitado interés privado. Por ejemplo, el de Pablo Teubal, quien se desempeña como mentor de Endeavor. Cuando se creó Oncoliq SAS, Teubal y Osvaldo Pontiggia se sumaron en el Consejo Asesor. Teubal está abocado a la parte financiera y la de negocios mientras que Pontiggia, quien completó su tesis doctoral bajo la dirección de Simian y luego cursó un MBA y focalizó su carrera en el área corporativa, se encargará de llevaron los productos al mercado.

Las otras 3 seleccionadas

Además de OncoLiq, fueron seleccionadas Dharma Bioscience (dedicada a ofrecer tratamientos de regeneración del cartílago de rodilla, que podrían convertirse en la cura de la artrosis), Biota Life (especializada en la oferta de dermatología de precisión, con tratamientos personalizados para afecciones en la piel, a base de prebióticos y probióticos) y Wonder (desarrollo que busca crear un biocuero a partir de un hongo presente en el orujo, un residuo de la industria vitivinícola). Según trascendió, las inyecciones de capital rondan entre US$ 250.000 y US$ 1.000.000 por emprendimiento. 

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