Company Towns
“Todo era de Ledesma”, aseveró Charlie Blaquier Arrieta hace solo unos años haciendo referencia a la localidad de Libertador General San Martín, en Jujuy. Corría la década del '70, cuando su padre, Carlos Pedro Blaquier, decidió cortar por lo sano y ceder al municipio todo lo que hasta entonces pertenecía a la compañía, desde escuelas hasta el cementerio.
La historia del ingenio más grande del país es también la crónica de la localidad que creció al calor de esa usina fabril que, hoy, en tiempos de cosecha reúne a más de 6.200 trabajadores.
La incipiente finca donde todo comenzó producía sólo 67 toneladas de azúcar y 800 barriles de aguardiente de caña cada año para mediados del Siglo XIX. Llegaría a las 575 toneladas en 1890. Sin embargo, no fue hasta 1908 que se creó la Compañía Azucarera Ledesma para vender acciones y financiar el crecimiento. En ese entonces, ya producía unas 8.000 toneladas por año, pero los problemas financieros impulsaron la venta. En 1911 Ovejero y Zerda vendieron la empresa a Enrique Wollmann (el abuelo de Nelly Arrieta de Blaquier) y Carlos Delcasse, quienes conformaron la Nueva Compañía Azucarera Ledesma.
La venta de Ledesma le permitió a David Ovejero levantar en el centro de Buenos Aires las aún tradicionales Galerías Güemes.
Mientras tanto, en Jujuy, el desarrollo de Ledesma, aunque con ciertos sobresaltos, sería constante. Y fue en la década del '60 cuando se concretó el gran salto azucarero de Ledesma, además de su ingreso al negocio del papel. Mientras la producción nacional creció 10% en ese período, la de Ledesma aumentó 113%. Asimismo, si para 1965 representaba 11% de la producción nacional, ese guarismo alcanzó el 17% en 1970.
Su desarrollo no se limitó al azúcar. La diversificación planteada por Blaquier, esposo de la nieta del fundador, sumó cítricos y papel al complejo industrial que hoy se erige no solo como el principal proveedor local de azúcar, sino también de papel y cuadernos y es, además, el mayor exportador de naranjas de Argentina.
