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Comunicación ESG

La reputación como llave corporativa

La comunicación ESG refleja la total confluencia entre posicionamiento, actuación y reputación

La comunicación ESG refleja la total confluencia entre posicionamiento, actuació
La comunicación ESG refleja la total confluencia entre posicionamiento, actuació Archivo
24 octubre de 2021

Por Mariano Vila Socio y director regional Cono Sur LLYC y Cleber Martins Presidente del Consejo Asesor de LLYC Brasil

Las mejores prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza ocupan un lugar cada vez más preponderante en la agenda del universo empresarial. Simplificadas en las siglas ESG (Environmental, Social and Governance), el concepto permite analizar el impacto de las empresas y las inversiones en la sociedad y en el mundo. Se trata de un elemento determinante para la toma de decisiones. En otras palabras, ESG refleja la total confluencia entre posicionamiento, actuación y reputación.

El reconocimiento de las prácticas de ESG fue ganando peso como consecuencia de exigencias procedentes de inversores institucionales, instituciones financieras, fondos de inversión, etcétera, y resulta una preocupación general y creciente para otros agentes empresariales.

El llamado capitalismo responsable es un tema presente en la sociedad, incluso antes del paréntesis que supuso en el desarrollo global, la presencia del Covid-19. Tal es así que, ya en 2019, fuimos testigos de medidas impactantes como, por ejemplo, el manifiesto por el propósito corporativo lanzado por Business Roundtable, organización que reúne a directores ejecutivos de las principales compañías estadounidenses, apuntando a la urgencia de la gestión orientada a todos los stakeholders. En 2020, la visión ESG se puso en valor en los debates del WEF, en Davos. Y también adquirió relevancia con iniciativas empresariales emblemáticas, como la de BlackRock, al manifestar que daría prioridad a las inversiones responsables y sostenibles en los casi US$ 7 billones de activos que administra.

En el campo medioambiental, la fuerza de la transformación ESG pone el foco no solo en empresas, sino también en sectores (e incluso países) enteros. Las empresas que generan incertidumbres respecto de su compromiso con el medioambiente están siendo excluidas de las inversiones de varios fondos internacionales.

Ya no basta con apoyarse en la preparación de informes de sustentabilidad ni narrar las acciones de diversidad en el sitio web corporativo

El sector minero en todo el mundo es uno de los más presionados para mostrar avances, especialmente en la reducción de sus impactos ambientales. Los grupos de interés de las empresas mineras demandan cada vez más el compromiso del sector con la transición para esta nueva economía global, apoyada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El peso de la reputación

En el juego de las disciplinas que dan soporte a la transformación de las empresas no puede faltar la visión de la comunicación. La reputación dejó de ser solo un atributo deseable para convertirse en factor esencial para la asignación de recursos en el mundo financiero. La premisa del ESG es construir acciones concretas, y no solo discurso; es crear una historia de verdad, contar lo que vamos haciendo. Los inversores necesitan diferenciar lo auténtico de lo que no lo es, y así poder tomar las mejores decisiones para dirigir sus recursos, los profesionales quieren trabajar en empresas que admiran; todo un universo de stakeholders que desean saber con quiénes relacionarse. Y la reputación del negocio es la llave maestra para esa selección natural.

La comunicación de los atributos ESG es un reflejo de la actitud de compromiso y responsabilidad corporativa. Debe sustentarse sobre los pilares de la transparencia y la honestidad, necesita ser accesible y asertiva. Y además debe ser diversa, en el sentido de establecer relaciones y construir storydoing con todos los públicos. Cuando decimos que la comunicación debería estar vinculada con la diversidad, eso presupone que también necesita ser flexible y adaptada para cada uno de los públicos.

Ya no basta con apoyarse en la preparación de informes de sustentabilidad ni narrar las acciones de diversidad en el sitio web corporativo. La comunicación va mucho más allá. Debe ser multidireccional: escuchar lo que quieren los stakeholders, establecer y cultivar relaciones concretas.

Nos encontramos frente a una auténtica transformación ESG de las empresas, que se produce a partir de cambios de paradigmas, y que solo se consolida con una construcción sólida y verdadera de la reputación. La comunicación, al servicio de la reputación, también reflejará los nuevos tiempos. Con un papel cada vez más decisivo, se va convirtiendo en una auténtica Comunicación ESG.

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