Tras la aparición del coronavirus, el comercio internacional literalmente se detuvo durante algunos meses. Sin embargo, con el avance de las campañas de vacunación, tanto la demanda de productos como de buques para transportarlos, se reactivó y elevó a niveles nunca antes vistos.
La alta demanda de fletes y la falta de capacidad de las navieras para cubrirla desembocó en fuertes cuellos de botella en los puertos más importantes del mundo, generando grandes alzas en los costos y demoras para entregar los productos. Dada la importancia de la logística para los negocios, algunas empresas han tomado importantes decisiones para reducir el impacto de estas complicaciones.
Un ejemplo de esto es Amazon que, en los últimos años, les ha sacado grandes ventajas a sus competidores. Por un lado, la empresa norteamericana ha decidido fletar buques de carga privados, por lo que puede controlar a dónde van sus mercancías.
Por ejemplo, en vez en enviar sus cargas hacia los puertos de Los Angeles y Long Beach, donde hay demoras de hasta 45 días, ha optado por mandarlas a Washington y luego llevarlas en camión hasta Los Angeles.
Además, una de sus ideas más innovadoras ha sido fabricar sus propios contenedores de carga de 53 pies en China. Se estima que, en los últimos dos años, Amazon produjo entre 5.000 y 10.000 contenedores. Así, una vez que llegan al destino, en lugar de tener que devolverlos a Asia, los puede utilizar en ese mismo sistema doméstico.
También ha alquilado al menos diez aviones de larga distancia que pueden llevar carga directamente desde China hasta EE.UU. Uno de los aviones Boeing 777 puede transportar 220.000 libras de carga, mientras que los buques más grandes transportan 3.600 veces más.
Por otra parte, para combatir la escasez de trabajadores, Amazon está ofreciendo bonificaciones de hasta US$ 3.000 a unos 150.000 trabajadores temporales que contrató para 2021 (en 2020 contrató a 100.000).
Sin embargo, aunque Amazon gastó más de US$ 61.000 millones en envíos en 2020, frente a los US$ 38.000 millones en 2019, y ahora está transportando el 72% de sus propios paquetes, frente al 47% en 2019, la empresa ha visto un aumento del 14% en los artículos agotados y del precio promedio del 25% desde enero de 2021.
Dave Clark, ejcutivo de Amazon, dijo a CNBC que la compañía está en camino de convertirse en el servicio de entrega más grande de EE.UU. para fines de 2021 o principios de 2022, superando a FedEx, UPS y otros carriers.
Empresas como Walmart, Costco, Home Depot, Ikea y Target están explorando planes similares para acelerar los tiempos de entrega.
