La semana pasada, el Gobierno estableció a través del decreto 879/2021 el uso de tarifas máximas y un sistema de bandas tarifarias para los vuelos de cabotaje. Las mismas deben ser fijadas en un plazo no mayor a 180 días, por el Ministerio de Transporte.
Ante esta noticia, muchos sectores salieron a oponerse a la medida pero, desde el oficialismo, sostienen que “es una manera de poner racionalidad en el mercado” y que “preserva las finanzas de las compañías”.
Así lo expresó el titular de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, en diálogo con radio AM750 y continuó: “Básicamente lo que se hizo fue restablecer las bandas tarifarias, que es la forma en la que tradicionalmente se manejaron las tarifas aéreas en la Argentina hace muchos años”.
En enero del 2016, durante la gestión de Mauricio Macri, se había eliminado el techo tarifario y posteriormente, en agosto de 2018, el piso. La reimplementación de la medida se basa en que “el resultado económico de todas las empresas es negativo” y, por tanto, busca evitar “situaciones de abusos tarifarios y prácticas predatorias de especulación económica”, según un análisis del Gobierno.
Asimismo, Ceriani afirmó que es “una manera de poner racionalidad en el mercado y permitir que las aerolíneas puedan operar en un marco mucho más sostenible dentro del punto de vista financiero”.
Por su parte, Paola Tamburelli, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), apoyó la medida con un mensaje en su cuenta de Twitter: “Este sistema de bandas cuida a todas las empresas para evitar situaciones como las sucedidas en el pasado. Por otro lado, se protege al usuario de las tarifas extremadamente altas que las empresas pueden llegar a cobrar si tienen una posición monopólica en una determinada ruta”.
Sin embargo, la oposición también llegó a Twitter y, allí, el exministro de Transporte Guillermo Dietrich expresó su disconformidad con la norma ya que afirma que atenta contra uno de sus principales proyectos llevado a cabo durante su gestión, con el cual buscaron generar trabajo, potenciar el turismo nacional y brindar a más argentinos la posibilidad de viajar.
A su vez, se refirió a las low-cost, a las que el Gobierno de Macri había concedido permisos para operar en el mercado de cabotaje. Resaltó que su ingreso fue clave ya que apostaron al país, además de fomentar una “sana competencia” y “democratizar el acceso a volar”.
Por último, el economista y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires de Avanza Libertad, José Luis Espert, también utilizó sus redes para plasmar sus declaraciones en oposición a la medida y apuntó contra la línea aérea bandera. “Yo creo que Aerolíneas hay que cerrarla directamente, decretar cielos abiertos en Argentina y les aseguro que los buenos empleados van a encontrar empleo rápidamente”, escribió.
Sobre esto, Ceriani remarcó la importancia de sostener la aerolínea y comentó que “Va en contramano de lo que sucede en el mundo. Los gobiernos de los países, sobre todo de los desarrollados, lo que hacen es justamente sostener a sus líneas aéreas porque es un servicio esencial y necesario”.
