Advierten que subirá 5% el precio de la carne

Es por el aumento del 42% que consiguió esta semana el gremio de los trabajadores del sector.
19-08-2016
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Las especulaciones por el precio de la carne parecen haber llegado a su fin esta semana luego de que se concretara el aumento del 42% interanual retroactivo a julio para los operarios del sector, tal como lo había solicitado la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados a comienzos de mes. Así lo confirmó Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), quien aseguró ayer que “esta situación traerá como consecuencia un incremento en el precio final del producto del orden del 5%, debido a que la industria y los operadores comerciales no están en condiciones de absorber nuevas subas, sin garantías además de que el acuerdo llegue al término previsto, el 31 de marzo del año próximo”.

Menos demanda

Según Urcía, las reiteradas actualizaciones en las góndolas provocaron una caída en el consumo de alrededor de cinco kilos por habitante por año, un dato que la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra) viene sosteniendo hace tiempo al recordar que bajó la producción y la faena debido a la política de retención de vientres, que se aplica para recuperar el stock perdido. “Todos estos aspectos se tradujeron en un menor volumen de exportación respecto del año pasado, lo cual deja al sector en una posición muy débil, con posibilidad cierta de alguna presentación en concurso preventivo”, alertó el dirigente.

Tarifas por las nubes

Pero lo que más preocupa, en tanto, son los costos, en un contexto de alzas en los servicios públicos que no todas las empresas están preparadas para afrontar. “Las tarifas de energía y gas tuvieron aumentos considerables, también el combustible y las tasas del Senasa”, explicó el titular de Fifra, al tiempo que aseguró que “no queda más alternativa que cargar esos incrementos en el precio de venta de la carne, agravando así la disminución del consumo interno”. En ese sentido, destacó que “la presión impositiva en general también influye en el encarecimiento del producto”, por lo que pidió que el Estado intervenga a partir de la utilización del impuesto al débito y crédito bancario para el pago de gravámenes, lo cual consideró “necesario para morigerar el impacto del tributo en el valor final, y también como mecanismo de transparencia y seguridad de los operadores”.

Por otro lado, Urcía reclamó un acuerdo entre las provincias ganaderas para establecer una alícuota común de impuesto a los Ingresos Brutos, ya que resaltó que estudios determinaron que en la composición del precio de un alimento en el supermercado la participación impositiva alcanza el 41%, y a eso se debe adicionar hasta el 20% por parte de la logística. “La alícuota a compañías u operadores mayoristas que debieran estar exentos no tendría que superar el 0,5%, en virtud de que el mismo impuesto grava la venta final en alrededor del 5% del valor producto”, explicó.