Luego de los flojos resultados obtenidos en las elecciones generales, el futuro parece un poco más prometedor para el Partido Popular: podría formar gobierno gracias a que Vox, de extrema derecha, ha bajado sus pretensiones.
En las pasadas elecciones del 23 de julio, el PP obtuvo 137 escaños, mientras que VOX alcanzó 33, lo que le daba a la alianza un total de 170 legisladores. Sin embargo, se quedaron en la puerta de los 176 necesarios para gobernar en soledad.
Muchos partidos menores se negaron a formar una alianza más amplia con VOX, debido a muchas de sus propuestas extremas. Sin embargo, el partido liderado por Santiago Abascal expresó el domingo que sus 33 legisladores "apoyarían una mayoría" para el bloque de derecha con el fin de evitar que el PSOE haga pactos con separatistas catalanes y vascos y forjen lo que el partido de extrema derecha ha descrito como "un gobierno de destrucción nacional".
Así, Vox no buscaría cargos en el gabinete a cambio de apoyo parlamentario, aunque exigiría que el PP reduzca la acción contra el cambio climático o cambie las políticas sobre violencia de género y derechos LGBT.
"El gesto despejará el camino a otros partidos minoritarios que objetaron la implicación de Vox para apoyar al PP en una votación de investidura", dijo el coordinador general del PP, Elías Bendodo.
"Las reglas del juego han cambiado y por eso los partidos que antes tomaban otras posiciones, ahora enfrentan circunstancias diferentes", agregó.
Dado que el PP obtuvo la mayor cantidad de escaños, se espera que el rey Felipe VI de España le dé la primera oportunidad de formar un gobierno cuando el Parlamento se reúna el 17 de agosto.
