En pleno año electoral, el presidente Jair Bolsonaro recibió una gran noticia: el Tribunal de Cuentas de la Unión de Brasil (TCU) aprobó la privatización de Eletrobras, la mayor compañía eléctrica de América Latina.
Así, la gran empresa estatal se convertirá en la primera en ser privatizada durante el Gobierno de Bolsonaro, lo que refuerza sus lazos con su electorado de cara a los comicios de octubre.
La privatización, que había sido aprobada por el Congreso brasileño a mediados de 2021, se realizará a través de la emisión de nuevas acciones, con el objetivo de reducir la participación estatal del actual 72% al 45%.
- El órgano que fiscaliza las cuentas del Estado brasileño aprobó la venta por amplia mayoría y, según el gobierno, podría concretarse entre mediados de junio y mediados de agosto de este año.
- La intención de Bolsonaro es captar hasta 67.000 millones de reales (US$ 13.500 millones). Del total, 25.000 millones irían a las arcas del Tesoro, mientras que el resto se destinaría a programas públicos de reducción de tarifas y de desarrollo.
Así, a pocos meses de las elecciones presidenciales, Bolsonaro podrá cumplir con una de sus promesas electorales de 2018. Además, esto le dará más valor a su actual promesa de privatizar Petrobras durante un hipotético segundo mandato.
- El Gobierno pretende consumar la privatización entre mediados de junio y mediados de agosto.
A Lula, favorito para las elecciones de octubre, no le gustó nada la decisión. “Sin una Eletrobras pública, Brasil pierde buena parte de su soberanía y seguridad energética”, tuiteó ayer y acusó al Gobierno de “vender empresas estratégicas” a precio “de liquidación”.
