En las últimas semanas, el presidente de Brasil, Lula da Silva, se ha mostrado muy cercano a Rusia, China y compañía, e incluso llegó a responsabilizar a Estados Unidos de la guerra en Ucrania.
Y, como era de esperar, este último país, acostumbrado a que casi toda la comunidad internacional lo apoye, este martes apuntó contra el mandatario brasileño: el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, invitó a Lula a que visite Kiev "para comprender las causas reales de la agresión rusa y sus consecuencias para la seguridad global".
La invitación llegó un día después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, visitara a Lula en Brasilia.
Nikolenko dijo que Ucrania sigue con interés los esfuerzos de Lula para encontrar una solución a la guerra, pero no acepta que "la víctima y el agresor" sean tratados de la misma manera.
También rechazó la opinión de que "los países que ayudan a Ucrania a defenderse de agresiones mortales son acusados de fomentar la guerra", en referencia a los comentarios de Lula sobre que Estados Unidos y la Unión Europea han prolongado el conflicto suministrando armas a los ucranianos.
Lula se ha presentado a sí mismo como mediador para poner fin al conflicto de Ucrania y el Kremlin ha apoyado las declaraciones del líder del PT sobre la necesidad de encontrar un grupo de países, que podría incluir a China y Emiratos Árabes, para mediar en las conversaciones de paz.
Pero entre las naciones occidentales, hasta ahora, solo el presidente francés, Emmanuel Macron, ha apoyado con satisfacción la iniciativa. Entre las sugerencias del brasileño se encuentra la idea de que Rusia debería devolver el territorio que invadió el año pasado, pero sugirió que Ucrania podría sacrificar Crimea, que fue ocupada en 2014.
Según Bloomberg, Macron se ha intentado acercar a China con un plan que podría servir de base para las conversaciones entre Moscú y Kiev.
Pero el Kremlin dijo que no había estado en contacto con Francia sobre el tema: "No tenemos conocimiento de la existencia de ningún plan francés, no hemos recibido nada del lado francés".
