Desde hace algunas semanas, la contraofensiva ucraniana ha comenzado y, según sus fuerzas, ya se recuperaron casi 15 kilómetros cuadrados de territorio tomado por las tropas rusas en el este y sur del país.
La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, confirmó que las fuerzas de Kiev ya han retomado 204,7 kilómetros cuadrados en el sur desde que lanzaron su contraofensiva a principios del mes pasado.
Sin embargo, desde Rusia no están muy preocupados: el Kremlin informó este lunes que la contraofensiva de Ucrania "no está funcionando como estaba previsto" y que los recursos de la OTAN suministrados a Kiev se habían "desperdiciado".
En este sentido, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijo que Ucrania estaba "lanzando desesperadamente nuevas fuerzas" contra las posiciones rusas, pero que no había logrado avanzar.
Estas no son buenas noticias para Ucrania que, tras haber recibido más de US$ 130.000 millones en armamento y ayuda humanitaria, incluidos tanques, sistemas de cohetes y otros equipos occidentales, debe empezar a dar pruebas de resultados positivos para seguir recibiendo apoyo de la OTAN y compañía.
En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas que "los recursos multimillonarios que fueron transferidos por los países de la OTAN al régimen de Kiev en realidad se están gastando de manera ineficiente y sin rumbo fijo".
Por su parte, desde Kiev niegan las acusaciones rusas, aunque reconocen que la situación es más complicada de lo que se suponía: la semana pasada, las tropas recuperaron el pueblo en ruinas de Staromaiorske, pero la batalla resultó ser más dura y sangrienta de lo esperado.
Un soldado de 29 años citado por Reuters dijo que "los rusos nos estaban esperando. Nos dispararon armas antitanque y lanzagranadas".
"Se planeó que nuestra misión durara dos días. Pero no pudimos conducir durante la oscuridad en el momento adecuado, por varias razones. Así que llegamos más tarde y perdimos el momento adecuado", agregó.
También otro soldado de 24 años detalló que los rusos habían establecido "zonas de observación previa" en previsión del ataque, "destruyeron metódicamente las carreteras. Hicieron pozos que impedían entrar y salir del pueblo, incluso en clima seco. Incluso caminar era bastante difícil. No puedes usar linternas por la noche, pero aun así tienes que avanzar".
